A 25 años de su estreno, recordamos una de las mejores comedias de Adam Sandler
Se trata de uno de los éxitos tempranos de Adam Sandler, el cual lo llevó a un temprano estrellato en el mundo de la comedia.
En febrero de 1996 se estrenaba una película que pasaría la prueba del tiempo como una de las comedias más sólidas de Adam Sandler: “Happy Gilmore”. Esto, no solo porque gozara de momentos de una gran altura cómica, sino también porque contó con un elenco de, con el tiempo, verdaderas estrellas del género. Así, contó con presencias como la de un incipiente Ben Stiller, un Carl Wathers que hoy coprotagoniza “The Mandalorian” y una muy joven Julie Bowen, quien mas tarde figuraría en “Lost” y protagonizaría “Modern Family”.
El filme fue escrito por el mismo Sandler junto con Tim Herlihy, uno de los culpables de “Pixels”. Cuenta la historia de Happy, un jugador de hockey sobre hielo fracasado quien, acuciado por las deudas y teniendo a cargo a su abuela, decide, debido a una serie de casualidades, probar suerte en el golf. Su golpe, de una inusitada potencia, lo hace un jugador novedoso para un deporte que cada vez atraía a menos gente. Naturalmente, debería sortear los intentos de sabotaje de un oponente, Shooter McGavin, personificado por un excelente Christopher McDonald, quien ve su éxito amenazado por culpa del joven Happy.
La actuación de Adam Sandler es perfecta para el papel. Happy iracundo, insolente, no particularmente inteligente, pero dueño de un buen corazón. La frescura, por esos años, de su estilo de comedia marcaría a toda una generación. Es particularmente recordada la escena de la pelea de Happy contra el presentador de concursos televisivos Bob Barker (actuando de sí mismo), una secuencia que muestra a las claras la clase de gags cómicos que hizo de Sandler unos de los comediantes más populares de la década de 1990. Tan comentada fue esa escena, que ambos actores la reeditaron en 2015 para un especial de televisión.
Tan solo un año antes, Sandler había escrito y protagonizado la injustamente menos recordada “Billy Madison” (de hecho, de la conjunción de ambos títulos salió el nombre de su productora). Ambas comedias funcionan como hermanas por su temática, por su estilo fresco de comedia y por haber afianzado la incipiente carrera de su protagonista quien, si bien ya se había hecho un nombre en los escenarios de stand up y había comenzado a figurar en algunas películas, era relativamente poco conocido para el gran público norteamericano.
Tal vez se podría decir que con un comienzo tan prometedor, sería difícil para Adam Sandler mantenerse, al menos como guionista, en un nivel alto durante toda su carrera en un género tan difícil como lo es el de la comedia. No ha alcanzado de nuevo, creemos, la calidad cómica de aquellos primeros éxitos. Como actor, en cambio, su recorrido sería mucho más variado, con algunas incursiones en el drama que son dignas de mención. La conmovedora “Reign Over Me” (2007), que coprotagoniza con Don Cheadle y, más recientemente, la muy comentada “Uncut Gems” (2019) son prueba de esto.
“Happy Gilmore” ha pasado la prueba del tiempo gracias a un hilarante guion llevado adelante por un impecable grupo de actores. Es dueña de una enorme cantidad de escenas con diálogos excelentes, personajes tanto absurdos como inolvidables y una música que acompañaba a la perfección el devenir del filme. Todos estos elementos hicieron de “Happy Gilmore” una de las mejores, si no es que, como opinan no pocos, la mejor comedia de Adam Sandler. A 25 años de su estreno, esta sentencia, creemos, se mantiene.