La condición de Florence Pugh para sumarse al Universo Cinematográfico Marvel

Después de muchas postergaciones, Florence Pugh finalmente hará su debut en el Universo Cinematográfico Marvel en Black Widow. En el filme, la actriz interpreta a Yelena Belova, una de las viejas aliadas de Natasha Romanoff (Scarlett Johansson), y quien naturalmente asumirá la identidad de la heroína en las futuras cintas del MCU.

Lo que pocos saben es que Pugh casi no acepta el rol de Yelena y al estudio no le resultó tarea fácil convencerla. Y para ello, Marvel tuvo que aceptar una de las condiciones de la actriz.

En el momento en que Pugh firmó su contrato con Marvel, circulaban gran cantidad de rumores de que el estudio tenía cierta tendencia de imponer estrictas dietas y severas rutinas de entrenamiento para que sus actores luzcan un físico privilegiado. Lejos de ser un rumor, es algo que está prácticamente a la vista en todos los artistas que se han involucrado en algún proyecto del MCU.

Al enterarse de esto, la nominada al Oscar, dejó el claro que no se sometería a nada de eso. “Quería saber si eran ellos o yo quien mandaba. Eso fue muy importante para mí", dijo la actriz en una entrevista con Elle. Incluso había dicho que no le gustaba la idea de que hubiera gente que verificara si tenía el "cuerpo correcto".

La actriz de Mujercitas recuerda que en uno de sus primeros trabajos siendo adolescente en el que le pidieron que bajara de peso. Luego de esa experiencia se dio cuenta que no quería hacer ese tipo de trabajo. Desde entonces se ha vuelto mucho más segura de su cuerpo.

Para el momento en que le llegó la oportunidad de interpretar a Yelena, la intérprete era consciente de que todo estaba en los movimientos. Al tratarse de un personaje que debía estar "en óptima condición atlética", Pugh recordó todo lo aprendido en sus años de danza, así como en el entrenamiento de combate que recibió durante la preparación para el rol.

Ya no falta mucho para poder ver a Florence Pugh en acción cuando Black Widow se estrene el próximo 9 de julio en cines y en Disney+, a través de Premier Access. La cinta dirigida por Cate Shortland cuenta con las actuaciones de Scarlett Johansson, Rachel Weisz y David Harbour.