El director de Realmente amor reveló su mayor arrepentimiento sobre la película

El director de Realmente amor reveló su mayor arrepentimiento sobre la película

El director Richard Curtis reflexionó sobre la exitosa comedia romántica de 2003 y dio detalles sobre las cosas de las que se arrepiente.

Redacción QueVer

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Cuando el escritor y director de Realmente amor (Love Actually), Richard Curtis, reflexiona sobre su exitosa película romántica de 2003 tiene algunos arrepentimientos y los enumeró en una reciente entrevista.

"La sociedad está cambiando, por lo que mi película, en algunos momentos, se sentirá desactualizada", le dijo Curtis a Diane Sawyer en The Laughter & Secrets of Love Actually, un especial por los 20 años de la película.

"La falta de diversidad de la película me hace sentir incómodo y un poco estúpido", explicó Curtis. "Además hay una especie de tres tramas que tienen jefes y personas que trabajan para ellos", agregó.

El elenco de Realmente amor es predominantemente blanco y Curtis ha sido criticado por ello. Algunos suscriptores de Netflix denunciaron al servicio de streaming en 2018 acusándolo de enfocarse en ellos según su raza o etnia para promocionar la película. Los clientes negros, por ejemplo, dijeron que les mostraban una foto de Chiwetel Ejiofor, uno de los pocos actores no blancos en la comedia romántica de Curtis.

Al ver la película descubrieron que la parte de Ejiofor es muy pequeña. En ese momento, Netflix dijo que los informes que consideraban la demografía al personalizar los posters de las películas eran "falsos".

Realmente amor ha sido criticada por su elenco sin diversidad

Curtis, cuyos créditos como escritor también incluyen Cuatro bodas y un funeral, El diario de Bridget Jones, Notting Hill y Ayer, dijo en la misma entrevista que una de las escenas favoritas de la película fue muy difícil de filmar. Particularmente para Hugh Grant, quien ya había trabajado en otras ocasiones con Curtis.

"Seguía diciendo 'no'", recordó Curtis, y agregó: "Creo que esperaba que me enfermara o algo así y dijéramos: 'Oh, bueno, qué pena, tendremos que eliminar esa secuencia de baile'".

Grant no estaba para nada entusiasmado con la escena en la que debía bailar. "Oh, estaba gruñón. Estaba gruñón", recordó Curtis sobre la filmación de la escena. "Pero él sabía que era una obligación contractual", completó el director.

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