Así se filmaron las escenas más osadas de El amante de Lady Chatterley

Una de las películas más vistas en Netflix durante los últimos días es El amante de Lady Chatterley (Lady Chatterley's Lover). Se trata de la nueva adaptación dirigida por la directora francesa Laure de Clermont-Tonnerre del clásico literario de D.H. Lawrence.

El drama romántico sigue la historia de Lady Constance Chatterley quien contrae matrimonio con el adinerado Sir Clifford Chatterley. Pronto, la vida de riquezas y privilegios se derrumba cuando Clifford resulta herido en la guerra y regresa a casa en una silla de ruedas paralizado de la cintura para abajo. Lo que prometía ser un enlace feliz, termina convirtiéndose en una cárcel para Constance, que no sabe cómo escapar del infeliz matrimonio. La situación llevará a Connie a entablar una relación romántica con Oliver Mellors, el cuidador de la estancia.

A diferencia de otras adaptaciones del clásico, esta nueva versión de El amante de Lady Chatterley retrata de forma explícita la relación íntima y romántica entre los protagonistas, interpretados por Emma Corrin y Jack O'Connell. De ahí que la película incluye gran cantidad de encuentros íntimos entre los protagonistas dejando muy poco a la imaginación.

La contundencia de las escenas y la química entre los intérpretes es una prueba del gran trabajo realizado por Corrin y O'Connell, así como por Clermont-Tonnerre y la coordinadora de intimidad Ita O'Brien.

Como muchas otras producciones recientes, la más reciente apuesta de Netflix se benefició de contar con O'Brien en el set de rodaje, algo que los actores agradecieron y que permitió dotar de mayor realismo a la escenas íntimas con las que cuenta la historia.

Aunque cueste creerlo, las escenas de sexo resultan de una coreografía, tal como sucede con las secuencias de baile o pelea en las realizaciones audiovisuales. En el caso de El amante de Lady Chatterley, los actores comenzaron a ensayar dichos encuentros unas dos semanas antes de la filmación.

Según Corrin y O'Connell, el ensayo se condujo de forma minuciosa, lo que les permitió entender con qué cosas se sentían cómodos y cuáles no. A la hora en que las cámaras comenzaron a rodar, ambos sabían dónde tenían que pararse, dónde debían posar su mano en el cuerpo del otro y en qué momento debían despojarse de sus atuendos.

Jack O'Connell reveló que fue gracias a la coordinadora de intimidad que antes de la filmación de cada escena íntima se reunían de forma privada con Emma e Ita O'Brien. De esa forma podían repasar todo lo que habían ensayado previamente y hasta objetar si había algo que les gustaría cambiar.

A diferencia de otros intérpretes, que a menudo encuentran un tanto incómodo rodar escenas de esa naturaleza, para Emma Corrin fue una experiencia "empoderadora". La actriz de The Crown también explicó que la importancia de la película radica en la exploración femenina de la propia sexualidad y en la búsqueda del placer, algo explorado en la novela original y por lo cual fue censurada y prohibida durante largo tiempo. 

Otro de los puntos importantes a destacar es la presencia de la desnudez. Durante largo tiempo, el cine se dedicó a retratar el cuerpo femenino en su totalidad y sin ningún tipo de censura. En el caso de El amante de Lady Chatterley, el filme muestra a ambos protagonistas luciendo sus cuerpos al natural, como una forma de garantizar la igualdad entre ambos.

La nueva versión de El amante de Lady Chatterley se encuentra disponible en Netflix.

Suscríbete a nuestro newsletter para recibir todas las novedades y participar de concursos exclusivos desde aquí.