Los tipos malos: ¿qué hay de bueno en esta historia?

Los tipos malos: ¿qué hay de bueno en esta historia?

A continuación analizamos la nueva película animada de Dreamworks y el motivo por el cual puede ser un buen disparador para tratar ciertos temas con los más chicos de la familia.

Magdalena Clariá y Mercedes Gotán

Los tipos malos, así es el nombre de esta nueva película animada de Dreamworks. Aunque su nombre no suena muy atractivo para un cuento infantil, esta historia protagonizada por los “tipos malos” puede ser un excelente disparador para trabajar con nuestros hijos algunos temas muy interesantes. Nos atrapa su mirada sobre las segundas oportunidades y el clásico binomio del bien y el mal.

Algunas ideas:  

  • La grieta entre buenos y malos

En un mundo donde la grieta se profundiza y tendemos a señalar a las personas como buenos y malos, el enfoque de la historia nos invita a transformar la mirada. Separar a las personas de sus comportamientos. No hay buenos ni malos, sino personas que a veces actúan mal, y otras veces bien. 

No todo comportamiento es malo

Como padres sin querer muchas veces rotulamos y etiquetamos a nuestros hijos por su comportamiento, y en consecuencia, ellos hacen lo mismo con sus amigos y compañeros. 

Qué importante tenerlo en cuenta al educar y actuar. “Dijo una mentira”, en lugar de “es un mentiroso”. O “ Me sentí mal con lo que hiciste”, en vez de “eres un mal amigo”. Y así numerosos ejemplos de nuestra vida cotidiana.

  • Los errores son maravillosas oportunidades para aprender

Este principio de la Disciplina Positiva se halla muy presente a lo largo del guion. Varios de los protagonistas aprenden de sus errores, y lo más importante, buscan la reparación de los mismos.

Las personas cambian, y a pesar de la complejidad de su pasado, pueden reinventarse, demostrando que siempre es posible una superación personal. Conmueve la historia de la alcaldesa y como con resiliencia supo ver una oportunidad en las cosas que le pasaron en la vida. 

La importancia de la amistad
  • Amigos son los amigos

El valor de la amistad, también está presente, y todos lamentamos cuando el lobo feroz abandona a sus amigos y celebramos el reencuentro con ellos. 

En las buenas y en las malas, nunca olvidarnos de los amigos. Saber pedir perdón, no prejuzgar y respetar las ideas de los otros, escuchándonos mutuamente. Varios diálogos entre los personajes reflejan y enseñan mucho de este preciado vínculo entre los amigos

Vale la pena compartir en familia esta película, y sobre todo aprovechar para conversar 

En un momento los villanos dicen “nunca se nos ha dado la oportunidad de ser algo más que unos ladrones”. Ojalá tendamos entre todos puentes para abrirles nuevos caminos a todas las personas que nos rodean

El trailer de la película, nos intenta atrapar con la frase “ser malo nunca fue tan divertido”. Muchas veces, como padres, perdemos el foco de esto, y creemos que nuestros hijos “se portan mal” para hacernos la vida imposible, o simplemente porque sí. Sin embargo, si buceamos en las razones de su comportamiento, seguro encontraremos una motivación diferente.

El cerebro de niños y adolescentes está en desarrollo, y ellos simplemente muchas veces escogen el camino no adecuado para cubrir sus deseos y necesidades. Mientras crecen cognitiva y emocionalmente, como adultos referentes, tenemos un papel protagónico para mostrarles cuánto pueden divertirse y pasarla bien tomando buenas decisiones, acompañándolos a ejercer una verdadera libertad que los permita desplegar todas sus potencialidades y alcanzar la mejor versión de ellos mismos. 

Démosle una oportunidad a esta historia, que a pesar de sus “tipos malos” o más bien gracias a ellos, tiene mucho para enseñarnos. Los tipos malos (The Bad Guys) se encuentra disponible en cines. 

Por Magdalena Clariá /  Lic. en Psicología. Abogada y Mercedes Gotán /Mediadora y Orientadora Familiar Mercedes Gontán.

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