Un atardecer en la Toscana, un potente drama sobre la inmigración y la familia

Un atardecer en la Toscana, un potente drama sobre la inmigración y la familia

Con un abordaje realista y original, Atardecer en la Toscana presenta el problema de la inmigración y los prejuicios en la Europa actual.

Nicolás Sundblad

Dolce Fine Giornata, conocida en español como Un atardecer en la Toscana, es una atrapante historia sobre la diversidad de culturas y pensamientos en la Europa de hoy. Se trata de una película de origen polaco, pero ambientada en Italia, y hablada en ambos idiomas (italiano y polaco), fue dirigida por el polaco Jacek Borcuch.

El filme nos introduce en la vida de Maria Linde (Krystyna Janda), una aclamada poetisa polaca, emigrada de su Varsovia natal, y afincada con su familia en el pueblo de Valterra, en el corazón de la Toscana.

Krystyna Janda y Kasia Smutniak protagonizan este filme

La protagonista gana un premio Nobel de Literatura pero su voz, que en su momento fue admirada por los habitantes y las autoridades de la zona, ya incomoda. Su pensamiento ya no es valorado. Y mucho menos su defensa de los inmigrantes, que llegan en oleadas a las costas europeas y no reciben la ayuda e integración necesaria.

Su pensamiento también es una crítica al mundo cultural, que según ella se encuentra atomizado, resultando en una permanente hipocresía. Las ideas de Maria Linde mucho tienen que ver con la historia de amor paralela que vive con un egipcio en plena histeria anti-árabe dentro de Italia y Europa, producto de un atentado en Roma. 

Las opiniones y criterios diversos entre Maria y su hija conforman también el nudo de la película. Las escenas que mantienen juntas es una riqueza para la historia, sobre todo por el gran trabajo de las dos actrices: Krystyna Janda, en el papel de Maria, y Kasia Smutniak, como su hija Anna.

El largometraje está íntegramente filmado en la Toscana, y saca provecho de sus bellísimos paisajes de la mano de su director de fotografía Michal Dymek. La música de Daniel Bloom es el complemento ideal para esta mezcla de panorámicas, drama y vida real. El filme se da en el marco de una familia, y a pesar de la diversidad de vida y de opiniones, el diálogo y el perdón, sin rencores permanece.

Dolce fine Giornata fue galardonada como la mejor película en el el Festival de Sundance. Una historia que nos hace reflexionar sobre la integración de los migrantes y las percepciones que podamos tener al respecto. La escena final, rodada por el director en un prolongado travelling, sobre las calles empedradas de Valterra, es cinematográficamente perfecta.

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