Así se hizo la escena más recordada de Arnold Schwarzenegger en Total Recall

Así se hizo la escena más recordada de Arnold Schwarzenegger en Total Recall

En esta nota te contamos cómo se armó la icónica escena de la aduana de Marte cuando Arnold revela su identidad ante la milicia.

Redacción QueVer

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En 1990 el director Paul Verhoeven presentó Total Recall, una película de acción y ciencia ficción que se basa en el relato corto de Philip K. Dick, We Can Remember It for You Wholesale. La cinta contó con la estrella de acción Arnold Schwarzenegger y un gran elenco. 

Cuando Verhoeven armó Robocop, tenía en mente a Arnold para el papel del policía cyborg, pero debido a algunos contratiempos y porque el ex Mister Olympia era demasiado enorme para el traje, se tuvo que descartar su contratación. Cuando Schwarzenegger vio Robocop, quedó sorprendido y de inmediato se comunicó con Paul para felicitarlo y dejarle en claro que quería trabajar con él en su próximo proyecto. Así fue como una vez que el director recibió el llamado de Carolco, no dudó un segundo y convocó a Arnie.

El éxito de Total Recall fue arrasador, tanto la crítica como el público recibieron con los brazos abiertos la obra de Verhoeven. Las reacciones solamente marcaban como “negativo” la excesiva cantidad de violencia y que el relato de Dick (el también responsable de la historia de Blade Runner) no fue adaptado como corresponde. Lo que más se destacó fueron los efectos especiales, los cuales fueron revolucionarios en ese momento.

El filme contó con un elevado presupuesto para su época, fueron $65 millones de dólares los que se necesitaron. Afortunadamente Total Recall superó con creces las ganancias, llegando a conseguir más de $260 millones de dólares, es decir, superó cuatro veces el presupuesto. La superioridad que demostraron los efectos especiales no pasó desapercibida por la Academia. El filme recibió la nominación a Mejores Efectos Visuales y en la ceremonia de 1991 lo consiguió y hasta recibió un premio especial.

Verhoeven quería mostrar un futuro distópico, donde la humanidad alcanzó las estrellas y formó colonias en distintos planetas del Sistema Solar, como Marte. Además, las grandes corporaciones son las responsables de administrar el aire de estos lugares, siendo los ricos los más agraciados y los pobres los olvidados, esto genera en esa población el surgimiento de distintas mutaciones. Para poder reflejar todo esto y más, se armó un equipo de efectos especiales con cinco compañías distintas, donde también figura la empresa fundada por George Lucas, Industrial Light & Magic. No hay que dejar de lado que el diseñador de efectos especiales Rob Bottin, responsable de los efectos de The Thing y Robocop, formó parte del gran trabajo.

Gracias a todos los efectos prácticos y clásicos como marionetas, maquetas a escala y más, el resultado fue único. Dentro de las escenas más recordadas que tiene el filme, encontramos cuando Quaid (Arnold) se infiltra en Marte, pero disfrazado de una mujer.

Esta mujer se presenta en la aduana y tras contestar algunas preguntas al oficial aduanero, su lengua se traba solamente repitiendo “Dos semanas” (la supuesta estadía que había discriminado). Allí se ve cómo esta mujer intenta destrabar su lengua, esto llama la atención del público y de los militares de Cohaagen (Ronny Cox). Richter (Michael Ironside) que había llegado al planeta se da cuenta que la mujer es Quaid. Cuando intentan arrestarla, Quaid revela que es él quitándose la máscara, la cual se abre por secciones y luego se arma nuevamente.  El héroe arroja su máscara y la mujer les advierte que estén “listos para la sorpresa”, acto seguido estalla.

El equipo de efectos especiales tomó un molde del rostro de Priscilla Allen, la mujer de la aduana, así fabricaron la máscara animatrónica que se abre y cierra. Para hacer más realista el efecto, sumaron un busto animatrónico de Arnold. Lo único de carne y hueso en la toma son las manos que retiran la máscara, que casualmente son las del Arnold. Algo similar había realizado Schwarzenegger en Terminator (1984), cuando el T800 se repara el brazo y remueve el ojo antes de atacar la estación de policía.

La escena es perfecta y sin duda permanece en los anales del cine de ciencia ficción como una de las mejores de la historia. A más de tres décadas de su estreno, tanto el filme de Verhoeven como sus escenas, permanecen intactos.

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