La precuela de Los juegos del hambre revive de forma triunfal la saga y corrige los errores del pasado
Los juegos del hambre: balada de pájaros cantores y serpientes, precuela de la película protagonizada por Jennifer Lawrence, acaba de llegar a los cines, y vuelve a traer la nostalgia y una lavada de cara a la saga.
Las adaptaciones de libros siempre son una tarea ardua, pues no solo hay que cumplir con la difícil tarea de convertir palabras en imágenes, sino que también hay que enfrentarse a los jueces más letales que se pueden encontrar: sus lectores. Hay adaptaciones que logran triunfar y otras que no, pero afortunadamente, Los juegos del hambre supieron complacer a casi todo el mundo.
Tras cuatro exitosas adaptaciones, parecía que la saga de Los juegos del hambre había llegado a su fin… hasta que en 2020 Suzanne Collins, autora de los libros, publicó una nueva entrega de la historia: Los juegos del hambre - Balada de pájaros cantores y serpientes. Tres años más tarde, su adaptación acaba de estrenarse en cines, y se encarga de traer de regreso la nostalgia y un lavado de cara que la desprende del resto de la saga.
Mira el tráiler de la precuela de Los juegos del hambre:
La película, la cuál funciona como precuela del filme protagonizado por Jennifer Lawrence, nos traslada varias décadas antes de los eventos de la historia original. Allí conocemos a un joven Coriolanus Snow (Tom Blyth), quien es asignado como mentor de la rebelde tributo del Distrito 12, Lucy Gray Baird (Rachel Zegler) en la décima entrega de Los juegos del hambre.
Francis Lawrence, quién había previamente dirigido las tres últimas entregas de Los juegos del hambre, está de regreso en la silla del director, y es por eso mismo que puede sentirse la nostalgia de lo que el público había sentido por allá en 2013. Aún así, la película se desprende por completo de la saga principal, y casi da la sensación de que nos encontramos ante algo completamente nuevo, y eso alivia, pues le da un lavado de cara y permite a su director enmendar algunos errores que se habían cometido en el pasado.

Definitivamente, Los juegos del hambre: balada de pájaros cantores y serpientes es la entrega más violenta de la franquicia. Es cruda, fría y no escatima en demostrar que mucho antes de la historia de Katniss y Peeta, Panem era un lugar terrible y con gente terrible, dispuesta a hacer lo que sea a costa del sufrimiento de otros. En esta historia no hay lugar para la empatía, y eso podemos verlo, por sobre todo, en la Dra. Volumnia Gaul, el personaje antagónico interpretado por Viola Davis. A esta la conocemos como directora de los juegos, y su ambición está por encima de todo el mundo, incluso sus pares.
Es necesario hablar de sus protagonistas, motivo principal por el cual la película funciona tan bien. Si bien en la saga original conocemos al letal Presidente Snow gracias a Donald Sutherland, en esta entrega lo hacemos gracias a Tom Blyth, quien se roba absolutamente todo el show. Físicamente es un gran acierto, pero es su actuación la que conquista todo. Nos encontramos ante un personaje muy complejo, y tras conocer lo que hace a futuro, resultaría difícil sentir empatía por él. Aún así, Blyth lo logra, y nos ofrece la mirada a un lado que probablemente no conocíamos del villano. Conocemos sus orígenes, su entorno y cómo de a poco se va transformando en el personaje letal que vemos a futuro. Podemos ver la batalla moral que hay dentro suyo y qué tanto está dispuesto a sacrificar.

Foto: Lionsgate
En cuanto a Rachel Zegler, la actriz también hace un muy buen trabajo como Lucy Gray Baird. Personalmente, no he leído el libro y no sé cómo es la personalidad del personaje, pero en la película, no hay punto medio: te cae bien o te cae mal, pues en ciertos momentos, su actitud no va del todo acorde a sus acciones. Si les gusta la música, prepárense pues habrán (excesivamente demasiados) momentos musicales para demostrar la gran voz y buena artista que es Lucy Gray Baird. Tal como dijo Zegler en una entrevista, “Lucy Gray es una artista obligada a luchar”, y por ende, era obvio que debíamos verla haciendo lo suyo en el filme. ¿Era necesario hacer tantos momentos musicales? Probablemente no, y considero que ese es el mayor error de la película.
El resto del elenco también se luce. Viola Davis hace un trabajo excelente, y Peter Dinklage también. Ambos son la perfecta demostración que el Capitolio no es un lugar de fiar, especialmente cuando personas como ellos están en el poder. Hunter Schafer está muy bien como Tigris, aunque hubiese sido mejor conocer un poco más sobre su historia o poder entender por qué a futuro luce como un tigre. Probablemente una de las grandes sorpresas es Josh Andres Rivera como Sejanus, el mejor amigo de Snow, y Jason Schwartzman es, sin lugar a dudas, lo más “divertido” de la película, pues si bien todo lo que dice y hace es terrible, la forma en la que lo hace trae el alivio que uno necesita entre tanta crueldad.

Francis Lawrence pudo enmendar con Los juegos del hambre: balada de pájaros cantores y serpientes un error que había cometido en la saga original y que él mismo expresó arrepentirse. Ha sido un gran acierto adaptar toda la novela sin la necesidad de separarla en dos partes, algo que optó por hacer con Sinsajo y que trajo mucho descontento al público. Si bien tiene una duración de más de dos horas y media, la película no se siente larga y todo lo que ocurre en pantalla es interesante.
Definitivamente este filme explica muchas cosas que, a futuro, cobran sentido. El protagonista aquí es Snow, y lo cierto es que la profundidad que adquiere lo vuelve uno de los personajes más interesantes de toda la saga. Por fin entendemos de dónde nace su eterno odio hacia Katniss, y sin entrar en el terreno de los spoilers, tal como dice el personaje de Donald Sutherland: “son las cosas que más amamos las que nos destruyen”.

Tal vez no era una película del todo necesaria, pero no hay necesidad de quejarse, pues si bien estamos entrando en un terreno conocido, a la vez se siente como algo completamente nuevo. Los juegos del hambre: balada de pájaros cantores y serpientes es una película entretenida que dejará a los fanáticos de la saga muy satisfechos, no solo porque podrán revisitar esta historia sino porque podrán conocer más de ella. No sé si es la mejor entrega de la franquicia, pero definitivamente está a la altura de sus dos primeras entregas en términos de epicidad.
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