La película de Cameron sobre el Titanic no fue la primera ni la única: una historia de películas que no funcionaron

La película Titanic es una de las obras más reconocidas de los últimos 50 años. No solo ha roto todos los récords de taquilla, sino que continúa, al día de hoy, reestrenando en salas cada vez que cumple cierta cantidad de años. 

Y a pesar de la fortaleza de la historia, lo reconocido del hecho histórico del naufragio del enorme transatlántico, evidentemente James Cameron hizo algo mejor que algunos colegas, ya que la misma película fue llevada a las salas varias otras veces. 

De hecho, la primera película en narrar desde la ficción el hecho trágico del Titanic se estrenó apenas ¡29 días! después del hecho, con nada menos que Dorothy Gibson, una superviviente del naufragio, que si bien en la película es vista como una heroína, se comenta que ella fue una de las primeras en escaparse en los pocos botes salvavidas existentes. La película no solo se perdió con el paso de los años, sino que fue un rotundo fracaso, ni siquiera matizado por la avidez popular del momento. 

Luego de algunas versiones internacionales como una alemana o una italiana, llegó en 1929 una película que fue la primera en dejar su huella. Atlantic fue la primera del cine sonoro, codirigida por un alemán y un británico y con el detalle de Alfred Hitchcock participando como extra. Tampoco fue un éxito rotundo pero por lo menos dejó datos para la historia. 

Hubo, unos años más tarde, la película más polémica de todas: Joseph Goebbels, ministro de propaganda nazi, encargó la realización de una película que denostaba a los ingleses, haciéndolos responsables por su falta de profesionalismo del hundimiento del barco. La película causó el despido de su primer director, y terminó no siendo estrenada en Alemania por el momento de la guerra. Con los años, la película siempre fue discutida aunque sobrevivió algunos hechos como un estreno especial en la RD Alemana en plena Guerra Fría. 

Al final, Titanic estaba esperando la llegada de James Cameron, Leonardo DiCaprio y Kate Winslet, para que por fin se juntara la dosis justas de datos históricos, contenido dramático y la receta casi infalible de Hollywood para redondear una de las mejores películas de la historia, por lo menos en lo que respecta a respuesta del público. 

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