John Wick: Capítulo 4 o cuando una cuarta entrega puede ser la mejor de todas

John Wick: Capítulo 4 o cuando una cuarta entrega puede ser la mejor de todas

La cuarta película de la franquicia finalmente llegó a las salas de cine para demostrar que puede ser aún mejor que las entregas anteriores.

Fernando Bedini

Fernando Bedini

Cuando una franquicia va alcanzando cierta cantidad de películas en su haber comienza una suerte de caída para las próximas que vendrán, es como que rara vez una historia puede superar a la anterior y así sucesivamente. Esto no afectó en lo más mínimo a John Wick.

Después de una espera considerable de 4 años, finalmente se estrenó John Wick: Capítulo 4. La nueva entrega llega con un duro golpe anímico, el fallecimiento del actor Lance Reddick, quien supo ganarse al público como el caballeroso y hasta hábil asesino Charon, el conserje del Continental. A pesar de esto, Keanu y todo el equipo decidieron que el mejor homenaje para su amigo, además de dedicar la película, era seguir adelante.

En 2014 Chad Stahelski y Keanu Reeves llevaron adelante el guion de Derek Kolstad, dándole al género de acción un nuevo exponente de peso. La presentación del mundo de los asesinos regidos por The High Table, la creación de un personaje en extremo hábil para matar y la cantidad de escenas de acción perfectamente coreografiadas, trajeron aire fresco al género que hace tiempo buscaba un nuevo empuje.

Una mejor que otra.

A partir de ese momento, Stahelski y Reeves plantaron una vara que fue superada conforme llegaban las secuelas. Más bloques  de historia para John Wick, para The High Table con sus interminables reglas y para los personajes principales, sin olvidar mejores y aún más sorprendentes escenas de acción. John Wick: Capítulo 4 prácticamente dijo “hold my beer” y se encargó de superar con creces lo logrado por la franquicia.

John Wick 4 no da rodeos en explicar qué pasó después de la tercera película, directamente nos lleva ante un Baba Yagá dispuesto a recuperar eso que lo hizo feliz estando junto a su amada Helen: la libertad. Así es como a lo largo de todo el filme, John irá recorriendo distintos lugares y enfrentando una enorme cantidad de enemigos para cumplir su férreo propósito de desligarse de una vez por todas de The High Table.

Las escenas tienen el increíble trabajo de los equipos de dobles de riesgo, que el mismo Stahelski conoce, ya que su carrera comenzó siendo un doble de riesgo. Para acompañar el festín de golpes y disparos que trae John, aparece una gran selección musical y la presencia de colores y contrastes que el director fue utilizando a lo largo de la saga. Así se obtiene un hermoso y colorido vals de muerte donde el público ve Baba Yagá demostrar por qué es tan temido en todo el mundo de los asesinos.

Donnie Yen se luce como el experto asesino Cain.

Otro punto para no dejar pasar, es que John Wick 4 también deja escenas marcadas en la retina del público. Si los espectadores disfrutaron como John liquidaba a un hombre con un libro, no saben lo que les espera al verlo usar un par nunchakus o verlo acabar con un grupo de asesinos en una escena filmada completamente en plano cenital.

Conforme se acerca el desenlace, las batallas aumentan su nivel, haciendo recordar a los clásicos juegos Beat 'em up, donde antes de llegar al final boss, los esbirros aparecen por doquier.

Bill Skarsgård se lleva los aplausos por ser el nefasto Marquis de Gramont.

John Wick: Capítulo 4 es la más larga de la saga con 2 horas y 49 minutos, tiempo que prácticamente no se siente, ya que el ritmo de la acción deja al público con la adrenalina a tope y con ganas de más.

Por último y no menos importante, recomendamos que permanezcan en sus asientos después del final, ya que la película ofrece una pequeña escena post créditos.

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