Se cumplen 55 años de una de las películas de terror más famosas de la historia

Se cumplen 55 años de una de las películas de terror más famosas de la historia

En 1968 se estrenó una de las películas de terror más influyentes de la historia: Rosemary’s Baby. Hoy se cumplen 55 años de su estreno, y repasamos algunas curiosidades de la misma.

Victoria Muzio

Victoria Muzio

Un 12 de junio de 1968 llegó a los cines El bebé de Rosemary, un filme que rápidamente se convertiría en un éxito y que marcaría un antes y después en el cine de terror. La misma se basaba en el libro del mismo nombre de Ira Levin y contó con la dirección de Roman Polanski, marcando su primera producción en Estados Unidos.

La historia sigue a una joven pareja, conformada por Rosemary (Mia Farrow) y Guy (John Cassavetes), quienes, con la esperanza de empezar una familia, se mudan a un departamento en un edificio de Nueva York con una fama un tanto macabra. Lo que no saben, es que sus vecinos son parte de una secta, y cuando Rosemary queda embarazada, la paranoia comienza a apoderarse de ella.

Hoy se cumplen 55 años del estreno de este clásico del cine de terror. Lo cierto es que se trató de una producción desafiante, con un director que hoy en día genera opiniones divisivas y cuyas historias detrás de escena causan terror y conspiración. Aún así, no podemos negar que nos encontramos ante una de las películas más influyentes de la historia, y es por eso que en su aniversario, repasamos algunas curiosidades.

Una producción complicada

Como ya mencionamos, Rosemary’s Baby se convirtió en la primera película que Roman Polanski rodó en los Estados Unidos, y debido a que era un cineasta tan meticuloso, su atención al detalle le causó varios dolores de cabeza a los ejecutivos del estudio y a los propios actores, especialmente a John Cassavetes.

Este, además de ser actor, venía luciéndose como un director de cine independiente (del que es considerado pionero), por lo que cuando le tocó ponerse en el rol de Guy, comenzó a tener roces con Polanski. Ambos se conocían de antes, y tenían una buena relación, pero al actor y director comenzó a molestarle el estilo de trabajo del polaco, pues, este prefería que los actores se mantuvieran fieles al guión y no improvisaran. 

La película es considerada uno de los mejores trabajos de Roman Polanski. Foto: Paramount Pictures

Como si esto fuera poco, a los ejecutivos de Paramount les preocupaba lo atrasado que iba el rodaje, pues Polanski tardaba días en rodar escenas que debían llevar horas. Sin embargo, cuando este les mostraba el material ya grabado, todos se mostraban encantados, por lo que el director no se molestó en tratar de seguir el cronograma.

Además, algunos temían que la vida privada de Mia Farrow interfiriera con la producción. Recordemos que esta, por aquel entonces, aún se encontraba casada con Frank Sinatra, pero no estaban teniendo un buen momento. Se dice que la actriz aceptó el papel de Rosemary por dos motivos: para llevarle la contra a Sinatra, quien no quería que tomara el rol, y porque el jefe de Paramount le aseguró que le darían un Premio Oscar. Lamentablemente, todo salió mal: Sinatra le pidió el divorcio en mitad de la producción y la actriz nunca fue siquiera nominada a los Premios de la Academia.

Un elenco diferente

Sería muy difícil imaginar Rosemary’s Baby sin Mia Farrow y John Cassavetes, pero hubo un momento donde estos no fueron las primeras opciones del estudio. Sin ir más lejos, Roman Polanski quería a Sharon Tate, su esposa en aquel momento, en el rol de Rosemary, pero terminó descartando la idea porque lo consideraba poco ético. 

John Cassavetes y Mia Farrow, los protagonistas de Rosemary's Baby. Foto: Paramount Pictures

La principal elegida del director era Tuesday Weld, pero cuando William Castle, el productor de la película, y Robert Evans, jefe de Paramount, le propusieron a Mia Farrow, los tres acordaron de que la actriz era la indicada.

Lo mismo ocurrió con el papel de Guy. El actor que todos querían era Robert Redford, pero por problemas de contrato con el estudio, este no estaba disponible. La siguiente opción fue Jack Nicholson, pero Polanski lo terminó rechazando porque, a pesar de ser buen actor, su apariencia siniestra lo hizo hacerse para atrás. Además, el destino los reuniría más adelante para Barrio chino.

Los sacrificios de Mia Farrow

El bebé de Rosemary fue el primer gran papel de Mia Farrow en la pantalla grande, y esta tuvo que trabajar muy duro y salir de su zona de confort para ponerse en el rol principal. Por ejemplo, por aquel entonces la actriz era vegetariana, y aún así, comió hígado crudo para una de las escenas, la cual tuvo que repetir varias veces.

Mia Farrow tuvo que protagonizar todo tipo de escenas. Foto: Paramount Pictures

Otra escena en la que Farrow tuvo que arriesgarse en cuando Rosemary comienza a caminar entre el tráfico. Los autos que pasaban por ahí no eran parte de la producción, sino conductores y personas reales, por lo que la actriz comenzó a cruzar la calle con la incertidumbre de si sería atropellada o no. El director le aseguró que nada le ocurriría, pues “nadie va a atropellar a una mujer embarazada”. Dicha escena fue filmada por el propio Polanski, pues era el único que se animaba a pasar por allí con cámara en mano. La escena fue filmada un total de seis veces, todas exitosas. 

Cameos sorpresa

El icónico filme de terror contó con algunas participaciones especiales. Una de las más especiales fue la de Tony Curtis. El icónico actor (y padre de Jamie Lee Curtis), tuvo un breve cameo, pues se puede escuchar su voz en la escena que Rosemary llamada por teléfono al Sr. Baumgart. Al parecer, Mia Farrow no sabía quién leería los diálogos, y por eso mismo Roman Polanski eligió al actor, pues quería que esta se mostrara confundida y sorprendida a la vez.

Otro cameo que podemos ver en El bebé de Rosemary es el del productor William Castle, quien puede ser visto como el hombre que espera fuera de la cabina telefónica donde está Rosemary, quien sospecha de él y se vuelve más paranoica. Además, existe el rumor de que Sharon Tate aparece infiltrada como extra en una de las escenas, aunque esto nunca pudo ser confirmado porque la actriz no fue acreditada.

Mia Farrow tenía 21 años cuando protagonizó Rosemary's Baby. Foto: Paramount Pictures

Una película maldita

Rosemary’s Baby se convirtió en una de las películas de terror más populares de la historia, y curiosamente, el productor de la misma, William Castle, la consideraba maldita. El motivo de esto se debía a que curiosamente, varios miembros del equipo sufrieron diferentes desgracias, él mismo incluído.

Poco tiempo después de finalizada la película, Castle fue diagnosticado con cálculos biliares, y por diversas complicaciones, tuvo que ser operado. Casi al mismo tiempo, Krzysztof Komeda, el compositor de la película, protagonizó una caída que lo llevó a un coma, y tiempo más tarde, a la muerte. 

El rumor de "película maldita" también afectó a otras películas como El exorcista y La profecía. Foto: Paramount Pictures

Un año después del estreno de la película, en 1969, se produjo el terrible asesinato de Sharon Tate, esposa de Roman Polanski, en manos del clan Manson. “La historia de Rosemary’s Baby estaba ocurriendo en la vida real. Todas las brujas estaban lanzando sus hechizos, y yo me convertí en uno de los principales jugadores” expresó Castle en una ocasión. Además, Mia Farrow reveló que Sidney Blackmer, quien interpretaba a Roman Castevet, le confesó que “nada bueno vendrá de este ‘Alabado sea Satán’ proyecto”.

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