Christopher Nolan explica la razón por la que Oppenheimer es tan ruidosa

En el universo cinematográfico de Christopher Nolan, una característica que resalta inconfundiblemente es la imponente calidad sonora, acentuada por la grandiosidad del formato IMAX en el que suele rodar sus películas. No obstante, en ocasiones, surge un desafío perceptivo: la comprensión de los diálogos frente a la música y el sonido.
En una entrevista el cineasta reveló cómo el entrelazamiento de elementos sonoros se convierte en uno de los acertijos más complejos en la etapa de posproducción de sus obras cinematográficas. El propio Nolan confesó su aversión a regrabar las voces de los actores, una preferencia que atañe a un matiz crucial en su proceso creativo y merece nuestra atención.
A medida que el cine continúa seduciendo a un público cada vez más devoto, surge un interrogante que se cierne en la mente de sus seguidores: ¿acaso las películas de Christopher Nolan se caracterizan por un nivel de decibeles fuera de lo común? Esta duda adquiere relevancia en virtud de las escenas de Oppenheimer en las cuales música podría eclipsar los diálogos de los protagonistas.
A pesar de que, en teoría, esta cuestión podría enmendarse mediante una intervención en la posproducción, el célebre director ha resistido tentaciones de alterar este aspecto en cualquiera de sus proyectos, con el fin de no entrometerse en las interpretaciones y la genuina esencia de sus personajes.
Así, la singular elección de Nolan de preservar la autenticidad de las interpretaciones en sus películas, aunque ello pueda generar momentos de intrigante misterio sonoro, se consolida como un pilar distintivo de su enfoque artístico.
“Me gusta usar la actuación que se dio en el momento en lugar de que el actor la vuelva a expresar más tarde. Lo cual es una elección artística con la que algunas personas no están de acuerdo, y es su derecho”.
A lo largo del proceso de filmación, Christopher Nolan mantiene una vigilancia constante para evitar cualquier intrusión de ruido ambiente no deseado. Sin embargo, resulta curioso que las cámaras IMAX empleadas en la producción cinematográfica presenten niveles de ruido por encima de lo habitual, lo que ha llevado a muchos artistas a recurrir a una técnica conocida como ADR (Reemplazo Automatizado de Diálogos).
Este proceso consiste en volver a grabar el audio en un entorno más sereno y controlado para luego reemplazarlo por el audio original.
A pesar de la reticencia de Nolan a realizar ediciones en los diálogos de sus actores, el ADR se ha convertido en una práctica común en la mayoría de las producciones cinematográficas y televisivas.
¿Cómo mejorará el sonido Christopher Nolan?
A pesar de los notables avances tecnológicos de los últimos años, Nolan enfatiza que aún existe un considerable trecho por recorrer para lograr la perfección en los procesos de sonido. En vista de esta premisa, IMAX está actualmente inmersa en la creación de nuevas cámaras, diseñadas para exhibir una cualidad aún más silenciosa, con el propósito de engendrar un entorno acústico de mayor nitidez y claridad.
Además, un hito de avance en esta travesía se encuentra en la tecnología de software, la cual ha evolucionado de forma significativa en la capacidad de filtrar los ruidos inherentes a las cámaras.
“Eso ha mejorado enormemente en los más o menos 15 años que he estado usando estas cámaras”, dijo el director, “Lo que te abre la posibilidad de hacer escenas más íntimas que no hubieras podido hacer en el pasado”.
En este constante viaje por perfeccionar la experiencia sonora en el cine, Christopher Nolan se mantiene como una voz destacada, impulsando la innovación y la excelencia para sumergir a las audiencias en un mundo de narrativas cautivadoras y sensaciones acústicas inmersivas.
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