Don't Worry Darling: quién dirigió realmente la película protagonizada por Florence Pugh y Harry Styles

En relación con la película Don’t Worry Darling, han surgido nuevas revelaciones que arrojan luz sobre los conflictos que rodearon su producción y dirección. Aunque previamente se habían difundido informes que sugirieron la participación de la actriz Florence Pugh (protagonista del film) en la dirección de la película debido a las prolongadas ausencias de la directora Olivia Wilde, una fuente anónima vinculada a la producción ha aportado una perspectiva diferente.
Contrariamente a las especulaciones anteriores, se ha afirmado que quien en realidad asumió el rol de director en momentos cruciales no fue Pugh, sino el director de fotografía Matthew Libatique. Aunque no se le atribuyó oficialmente el papel de director, Libatique tomó las riendas en escenas clave cuando Olivia Wilde estaba ausente. La fuente señala que tanto Pugh como Libatique se vieron obligados a asumir un papel más activo para mantener la producción en marcha durante las ausencias de la directora, pero fue Libatique quien desempeñó un papel fundamental en mantener el rodaje en curso.
El informante describe cómo las tensiones en el set aumentaron cuando Wilde regresaba sin explicación y retomaba el trabajo como si nada hubiera ocurrido, lo que provocó la frustración de Pugh. Esta última, en lugar de esperar a la directora ausente, decidió colaborar estrechamente con Libatique y el primer asistente de dirección para tomar decisiones según la visión establecida por Wilde en el guion gráfico.
Esta perspectiva de la fuente se alinea con informes anteriores que destacaban las tensiones en el set entre Wilde y Pugh. Incluso se ha informado que las discusiones entre ambas llegaron a tal punto que el entonces presidente de Warner Bros, Toby Emmerich, tuvo que intervenir para calmar la situación y permitir que ambas continuaran trabajando juntas en la película.
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Olivia Wilde ha mantenido consistentemente su postura de negar los rumores y controversias que rodean la producción de Don’t Worry Darling. En entrevistas anteriores, ha defendido su compromiso con el proyecto y ha desestimado las acusaciones de ausencias irresponsables. También ha rechazado las afirmaciones sobre discordias con Florence Pugh y ha elogiado su actuación en el papel principal.
Además de las tensiones internas, la película también se vio envuelta en controversia debido a las declaraciones del actor Shia LaBeouf, quien desmintió haber sido despedido de la producción y compartió conversaciones que sostuvo con Olivia Wilde para respaldar su versión.
A pesar de los conflictos y las polémicas, Don’t Worry Darling sigue siendo un ejemplo de la complejidad que puede rodear la realización de una película, particularmente cuando se mezclan factores creativos y personales. La película resalta la importancia de una colaboración armoniosa en el set y cómo las tensiones internas pueden tener un impacto en el resultado final, tanto en términos de producción como de percepción pública.
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