El increíble caso del actor que sólo participó en películas que fueron nominadas al Oscar

La vida de un actor es, como la de casi cualquier profesional, influida por una serie de eventos y contextos externos, que potencian o no las habilidades adquiridas, el talento innato o la personalidad del mismo. Por ello, cada historia de los actores y actrices más conocidos tiene sus particularidades, aunque hay un histórico actor cuya singularidad sorprende. 

Apenas 5 películas en su filmografía, y las 5 nominadas al Premio Oscar a Mejor Película, o sea, lo mejor del año del cine estadounidense. Por si fuera poco, 3 de esas producciones efectivamente ganaron la estatuilla. No podría ser otro que el ya mítico (y fugaz) John Cazale. 

Nacido en 1935 en Estados Unidos, John comenzó a acercarse al arte a través de su tío, que le mostraba música clásica a la vez que lo llevaba al teatro y a la ópera. Así, ya siendo un joven adulto, John Cazale comenzó a actuar en teatro, siendo parte de distintas obras del gran Israel Horovitz. 

No fue hasta 1971, cuando el actor tenía 36 años, que se le dio la oportunidad en la gran pantalla. Fred Roos, productor y amigo de Francis Ford Coppola, lo vio en el teatro y se lo introdujo al director para el papel de Fredo Corleone en El Padrino, película que estrenó en 1972. Su aparición, menor pero fundamental, le abrió las puertas no solo para la segunda parte de esta saga (ambas ganadoras del Premio Oscar a Mejor Película), sino a La Conversación, otra película del mismo director.

Luego vendrían dos películas más en la carrera del actor: Tarde de Perros y The Deer Hunter. Esta última, un drama bélico ganador del Oscar, fue filmado tras haber recibido el diagnóstico de un cáncer de pulmón. El actor no tenía esperanza de superar la enfermedad pero tanto el director, Michael Cimino, como el elenco encabezado por Robert De Niro y Meryl Streep (quien era su pareja), coordinaron para terminar su participación lo antes posible. 

John Cazale falleció a los 42 años de edad, 9 meses antes del estreno de su quinta y última película. Su fugaz paso por la gran pantalla dejó una huella imborrable, y la certeza de que de haber seguido trabajando, hoy estaríamos hablando de una de las grandes leyendas del cine. 

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