Final explicado de Smile 2: ¿qué sucede con Skye y la maldición?
El final de Smile 2 lleva a su protagonista por el camino de la locura, dejando un rastro de terror masivo con algunas preguntas de por medio.
Esta semana llegó a los cines Smile 2 (Sonríe 2), la esperada secuela de la película de terror estrenada en 2022. Con Parker Finn nuevamente a la cabeza como escritor y director, esta segunda entrega vuelve con nuevos sustos y una trama cargada de suspenso que dejará a los fanáticos de la primera entrega mayormente satisfechos.
Sonríe 2 comienza pocos días después de la primera película. Esta vez conocemos a la estrella de pop Skye Riley, interpretada por Naomi Scott, quien tras recuperarse de un traumático accidente y su adicción a las sustancias, se embarca en una gira mundial. Sin embargo, pronto se convertirá en víctima de la terrorífica maldición que provocará que su vida se convierta en una pesadilla.
El final de la película está cargado de tensión y horror, dejando a la audiencia con una buena cantidad de interrogantes. A continuación, te explicamos el inquietante desenlace de esta película y respondemos a las principales preguntas que deja en el aire.
Un final brutal y aterrador
Durante la última parte de Smile 2, la maldición que persigue Skye empieza a apoderarse completamente de ella. A partir de aquí, los límites entre lo real y lo ficticio se vuelve cada vez más borrosos, lo que culmina en una serie de eventos que parecen más una pesadilla que la vida real.
Todo se desmorona para Skye cuando es ingresada en un centro de rehabilitación tras ser encontrada inconsciente en su departamento. Lo que ocurre allí es ambiguo: su madre parece ser poseída por la maldición y termina suicidándose con un pedazo de vidrio roto. No obstante, poco después, descubrimos a Skye cubierta de sangre, sosteniendo el mismo vidrio, lo que indica que actuó bajo la influencia de la entidad.
Este violento giro de los acontecimientos lleva a Skye a escapar del centro, armada y en busca de una solución desesperada. En su huida, se encuentra con su amiga Gemma (Dylan Gelula), y juntas se apoderan de un auto para ir en búsqueda de Morris (Peter Jacobson), quien anteriormente le pidió a Skye que lo ayudara a destruir la maldición, luego de que su hermano fuera víctima de esa misma entidad. Sin embargo, en el camino, Skye recibe una llamada inquietante: es Gemma. Pronto se revela que la Gemma que ha estado sentada a su lado durante todo el tiempo es una manifestación de la maldición y es en realidad la propia Skye quien se encuentra al volante.
A pesar de todo, Skye logra llegar al lugar donde Morris la espera, y allí planean detener temporalmente su corazón como último recurso para librarse de la maldición. Sin embargo, cuando Morris sale de la habitación, Skye se enfrenta al monstruo que la ha atormentado, el cual adopta su misma forma. En una secuencia aterradora, la criatura la droga, y Skye se despierta en el escenario de su primer concierto de la gira mundial.
El público la aclama, pero algo está terriblemente mal. En medio de la multitud, Skye ve a su madre, lo que deja la duda de si su muerte fue solo una alucinación. La confusión crece cuando el monstruo, ahora completamente visible, abre su grotesca mandíbula y absorbe a Skye por completo. Lo último que se escucha es el grito del público y el sonido de un golpe brutal.
El final de Smile 2 deja a los espectadores cuestionando qué fue real y qué fue producto de la maldición. En lo que parece ser su primer concierto, la maldición se apodera completamente de ella, obligándola a suicidarse de una manera brutal frente a miles de personas. La imagen de su cuerpo en el escenario, con un micrófono atravesando su cabeza, confirma que la posesión la llevó al límite.
El momento es escalofriante no solo por la violencia, sino porque marca el punto en el que la maldición triunfa, acabando con la vida de Skye en el proceso. Lo que queda claro es que la estrella del pop no pudo escapar de su destino, y su intento de librarse de la maldición terminó de la peor manera.
Una maldición fuera de control
El intento de Skye y Morris por detener la maldición fracasa. Ya sea por una alucinación o una intervención del monstruo, lo que está claro es que no lograron romper el ciclo de terror. Al contrario, la maldición encuentra una nueva forma de propagarse, esta vez a una escala masiva.
El trágico suicidio de Skye en el escenario es presenciado por miles de fanáticos, lo que implica que todos aquellos que fueron testigos de su muerte ahora están afectados por la maldición, que se expandirá de forma descontrolada afectando a miles de personas.
Aún no está claro si la saga tendrá una tercera película, pero de confirmarse, esta deberá explicar los orígenes, el alcance y una posible solución a cómo terminar con ella, ahora propagada de forma masiva entre la multitud de quienes acudieron al concierto de la última víctima.