Final explicado de Joker: Folie à Deux: ¿quién es el misterioso personaje que aparece en Arkham y hace ESO a Arthur?
El final de Joker: Folie à Deux dejó a muchos impactados pero también abrió una nueva pregunta: ¿quién es el muchacho del asilo Arkham?
Aunque Joker: Folie à Deux no ha logrado convertirse en la película del año, no cabe duda de que ha generado un debate intenso. A lo largo de sus dos horas de duración, nos entrega momentos inquietantes y hacia el final, sobre todo, sorpresivos. Todd Phillips apuesta esta vez por un enfoque distinto, combinando el drama psicológico con elementos de un musical oscuro. Es en su conclusión donde la película da un giro inesperado que nos obliga a replantearnos todo lo que sabíamos sobre Arthur Fleck.
Advertencia: esta nota contiene spoilers importantes sobre el final de Joker 2. Si aún no has visto la película, te recomendamos dejar de leer para evitar arruinar la experiencia.
El final de Joker: Folie à Deux
El clímax de Joker: Folie à Deux ocurre dentro de las paredes del Asilo Arkham, donde Arthur Fleck (Joaquin Phoenix) ha sido recluido nuevamente después de una serie de eventos caóticos, incluyendo un juicio que parece haber sido la oportunidad perfecta para que el mundo finalmente decidiera si Arthur era un enfermo mental o simplemente un criminal disfrazado de víctima. El juicio se torna aún más confuso cuando Arthur, bajo el peso de su culpa y una presión psicológica constante, declara que el Joker nunca existió realmente. Es en este punto donde la película hace algo inesperado: Arthur se arrepiente de sus acciones, admite que desea no haber matado a nadie, y por primera vez, parece estar listo para abandonar su identidad de Joker.
Sin embargo, el retorno de Arthur al asilo luego de ser declarado culpable no es el final que podríamos pensar. Tras ser devuelto a Arkham, los guardias le informan que tiene una visita. En su camino hacia la sala de visitas, Arthur se encuentra con un prisionero que parece estar esperándolo. Este preso, interpretado por Connor Storrie, aparecía en el fondo siempre con una extraña. En el pasillo insiste en contarle un chiste a Arthur.
Lo que parecía un encuentro sin importancia rápidamente se transforma en una escena violenta. El preso apuñala a Arthur y, mientras este se desangra, el atacante realiza un macabro acto final: se corta las comisuras de los labios, creando la conocida "sonrisa de Glasgow", lo que inmediatamente evoca la imagen icónica del Joker.
¿El violento personaje es un nuevo Joker?
La muerte de Arthur Fleck a manos de este misterioso prisionero deja una pregunta inquietante: ¿este hombre es el verdadero Joker? El prisionero que asesina a Arthur no tiene nombre ni un trasfondo claramente definido en la película, lo que lo convierte en un enigma. Sin embargo, su acto final (cortarse la cara para crear la sonrisa del Joker) puede ser una sugerencia de que este personaje podría ser la encarnación del auténtico Príncipe Payaso del Crimen, aquel que Gotham temerá en el futuro.
Connor Storrie podría ser entonces una versión más cercana a la versión clásica del Joker que conocemos, dándonos a entender que Arthur Fleck no fue más que una inspiración para el verdadero villano.
Este giro también introduce la posibilidad de que la película esté insinuando la existencia de múltiples Jokers, un concepto explorado en los cómics. En The Three Jokers de Geoff Johns, se presentan tres versiones distintas del personaje: El Criminal, El Payaso y El Comediante.
El personaje de Storrie, con su seria y siniestra transformación, podría ser una versión de El Criminal, quien es descrito en los cómics como el Joker más calculador, dedicado a infligir sufrimiento tanto físico como emocional. Aunque la película no deja claro si habrá más versiones del Joker en el futuro, esta escena final abre la puerta a múltiples interpretaciones.
Lo que queda claro es que la película no busca darnos respuestas fáciles. Si bien Joker: Folie à Deux termina con la muerte de Arthur Fleck, también sugiere que su influencia perdurará. Arthur puede haber muerto, pero el caos que sembró en Gotham continúa vivo. Es un ciclo sin fin, un legado de violencia y locura que sigue pasando de una persona a otra.
El asesinato de Arthur no solo representa el fin de su historia, sino también una declaración sobre la naturaleza del personaje del Joker y una clara referencia al mundo de donde viene este personaje. En los comics, el Joker no es solo una persona: es una idea, un símbolo de anarquía y destrucción.
Aunque la película termina con un “aparente nuevo Joker”, no se sabe si esta historia continuará en una tercera entrega. Lo que sí queda claro es que Joaquin Phoenix y Todd Phillips han dejado su huella en el mito del Joker de una manera única.