El final de Titanic será épico pero, según Kate Winslet, Leonardo DiCaprio no la pasó nada bien grabándolo

Algunas películas contienen escenas que trascienden la pantalla, convirtiéndose en icónicas y un referente para otras obras en el futuro. Una de ellas es Titanic, cuyo dramático final, con Jack y Rose luchando contra el frío del Atlántico, ha sido discutido, parodiado y homenajeado a lo largo de los años. Sin embargo, lo que el público ve como un momento épico en la pantalla, no siempre refleja la experiencia real del rodaje. A menudo, los actores pasan por situaciones complejas y agotadoras para dar vida a esos momentos y ese fue el caso en el final de Titanic.

Recientemente, en una proyección anticipada de su nueva película Lee, Kate Winsle t reveló detalles sobre lo que ocurrió detrás de cámaras durante la filmación de esa famosa escena final. La actriz sorprendió al revelar que Leonardo DiCaprio lo pasó muy mal durante el rodaje. 

Según ella, además de las largas horas de trabajo, su compañero tuvo que filmar la escena en condiciones particularmente incómodas. "Leo está, me temo, arrodillado en el fondo del tanque", confesó Winslet, rompiendo la idea de que DiCaprio estaba flotando en el agua. Esto hizo que el rodaje fuera rodaje una experiencia físicamente agotadora.

Winslet también habló de la naturaleza del set en donde se filmó la escena, un tanque de agua que, a pesar de parecer un océano infinito en la película, en realidad no superaba la altura de la cintura de los actores. Sin embargo, esto no hizo más fácil el trabajo para DiCaprio. 

Kate relató que, mientras ella podía levantarse y caminar hacia el borde del tanque para tomar descansos o ir al baño, DiCaprio no tenía esa facilidad, lo que añadió a la incomodidad física que experimentó. 

“Lo primero que pensaba era: ‘¿Puedo ir a hacer pis?’. Entonces me levantaba, bajaba de la puerta, caminaba hasta el borde del tanque, a unos 6 metros, y literalmente tenía que pasar la pierna por encima, trepar y volver a subirme a la puerta”, explicó. 

Otro desafío técnico durante la filmación fue el constante ruido del agua que corría por el tanque. Según explicó Winslet, los últimos 22 minutos de la película, incluidos los diálogos y los sonidos de respiración entrecortada, tuvieron que ser doblados en postproducción debido a que el sonido original era inutilizable. Este detalle técnico añadió un nuevo detalle a las dificultades que enfrentaron los actores y el equipo técnico durante la filmación de esa emblemática secuencia.

La escena en la que Jack y Rose luchan por sobrevivir en las aguas gélidas no solo ha dado pie a teorías de si ambos cabían o no en la puerta flotante, sino que también ha generado preguntas constantes hacia DiCaprio. Winslet bromeó diciendo que su coprotagonista sufre de "estrés postraumático" debido a las incesantes preguntas sobre por qué Jack no sobrevivió. 

A pesar de que muchos fans consideran que había espacio suficiente para ambos personajes, la actriz defendió que la muerte de Jack era esencial para la narrativa trágica de la película.