Crítica de Wicked: Ariana Grande y Cynthia Erivo conquistan la pantalla con un musical que cumple las expectativas
La adaptación cinematográfica de Wicked deslumbra con actuaciones poderosas, un diseño de producción impactante que homenajea al clásico El mago de Oz.
El mago de Oz es uno de los grandes clásicos del cine que prácticamente todo el mundo conoce. La historia de Dorothy y su llegada al increíble mundo de Oz, han sido referenciadas a lo largo y ancho de la cultura popular, pero lo que muchos no saben es la verdadera historia de sus brujas. Glinda, la buena, y la Malvada bruja del Oeste.
De eso precisamente trata Wicked, que es la adaptación del icónico musical de Broadway del mismo nombre, creado por Stephen Schwartz y Winnie Holzman, quienes también escribieron el guion de la película, y que también se inspira en el filme protagonizado por Judy Garland y la novela Wicked: Memorias de una bruja mala, escrita por Gregory Maguire en 1995.
Jon M. Chu, conocido por la comedia Crazy Rich Asians, se pone al frente de este musical que los entusiastas del género disfrutarán de principio a fin. La cinta comienza con la muerte de Elphaba, interpretada por Cynthia Erivo, la malvada Bruja del Oeste. Mientras los habitantes de Munchkinland celebran, la única que no parece completamente feliz es Glinda, la Bruja Buena del Norte, encarnada por Ariana Grande. Pronto descubrimos por qué: ambas compartieron un pasado inesperado como compañeras de cuarto en la universidad de Shiz.
Tráiler de Wicked:
Así es que conocemos la historia de Elphaba, la icónica bruja de piel verde que, a pesar de su aspecto, no siempre fue la villana de Oz. A medida que la trama avanza, se nos revela que su vida ha estado mayormente marcada por la tragedia. Su padre, el gobernador Thropp, la rechaza por su color de piel; se culpa a sí misma por la pérdida de su madre al nacer su hermana Nessarose, y, por si fuera poco, hay toda una sociedad que no la comprende y la margina, no solo por su aspecto sino por su extraordinario poder.
Cuando llega a la universidad Shiz para acompañar a su hermana, sus poderes llaman la atención de Madame Morrible, la directora de la institución, quien parece tener planes para la joven bruja. Allí también conocerá a Glinda, que es todo lo opuesto a ella. Rica, despreocupada y acostumbrada a conseguir todo lo que quiere. Glinda inicialmente ve a Elphaba como una rival, pero pronto la relación entre ambas irá evolucionando hacia una amistad que no solo las transformará a ellas, sino también a quienes las rodean.
La presencia de Erivo y Grande son los motores de esta adaptación de Wicked que, a pesar de su inmensa puesta en escena, en ocasiones se queda a mitad de camino con su ritmo y con el desarrollo de los personajes. Juntas, las intérpretes no solo le ponen alma y corazón a Glinda y Elphaba, sino que transitan una montaña rusa de emociones que se aprecia en cada número musical. Ariana Grande le aporta un matiz hilarante a su Glinda, con detalles que nos recuerdan al personaje de Elle en Legalmente rubia o hasta la propia Barbie. Por su parte, Erivo brilla con un retrato de Elphaba un poco más sombrío y dramático, pero muy emotivo. El repertorio de cada uno de los personajes se combina a la perfección, hasta la esperada fusión de la icónica "Defying Gravity", con la que cierran el final de esta primera parte.
Además de la dupla protagónica, también hay otros personajes que destacan en la historia. Tal es el caso de Jonathan Bailey, uno de los protagonistas de Bridgerton que se pone en la piel del galante y apuesto Fiyero, mientras que la ganadora del Oscar, Michelle Yeoh se luce como siniestra Madame Morrible. El resto del elenco se completa con la presencia de Jeff Goldblum como el Mago de Oz, Ethan Slater como Boq, Marissa Bode como Nessarose Thropp, Peter Dinklage en la voz del Doctor Dillamond, y Bowen Yang como Pfannee de Phan Hall.
La transición del musical a la pantalla no siempre consigue el éxito. Hay ejemplos fallidos como Cats o Rent, pero Wicked parece diseñado para brillar. El director Jon M. Chu logra capturar la nostalgia de la historia original que vimos en la pantalla con El mago de Oz, hasta la frescura de la obra musical que tanto éxito y elogios cosechó desde su estreno en Broadway.
Un punto a mencionar y que le quita espectacularidad a esta adaptación de Wicked es su duración. La historia, que ha sido dividida en dos partes, alcanza casi 3 horas de duración, de las cuales la primera mitad va a ritmo acelerado que luego desacelera en su segunda mitad, volviéndola un tanto interminable. A nivel visual, el diseño de producción y vestuario se luce de principio a fin, sin embargo, los efectos visuales no están del todo bien logrados y la fotografía luce un tanto extraña, como si los colores carecieran de vida, una elección que llama la atención para una historia semejante.
A pesar de estos detalles menores, Wicked cumple con las expectativas y deja espacio para que su segunda parte, programada para diciembre del próximo año, alcance nuevas alturas.
Con cameos sorprendentes y momentos llenos de encanto, Wicked no solo rinde homenaje a su material original, sino que también eleva la vara para próximas adaptaciones musicales. Esta primera entrega es un regalo para los fans del género y una invitación a sumergirse en un mundo donde la amistad, la magia y la música son protagonistas. Queda claro que este es solo el comienzo de un viaje que promete desafiar la gravedad y el tiempo.