Estas dos grandes franquicias salvaron a Gary Oldman en uno de los momentos más oscuros de su vida

Hablar de Gary Oldman es hablar de un maestro de la actuación, capaz de transformarse en cualquier personaje con una profundidad que pocos logran. Desde Drácula hasta Winston Churchill, su carrera está llena de interpretaciones memorables. Sin embargo, incluso los más grandes enfrentan caídas, y Oldman no fue la excepción. Cuando su vida personal y profesional tambaleaba, dos sagas llegaron como un salvavidas inesperado: Batman y Harry Potter.
El actor reveló cómo estas franquicias lo ayudaron a salir adelante en uno de sus momentos más difíciles: "Gracias a Dios por Harry Potter. Gracias a Dios por Batman y Harry Potter, las dos. Me salvaron, porque significaba que podía hacer la menor cantidad de trabajo por la mayor cantidad de dinero y luego estar en casa con los niños."
El giro a los 42 años de edad
A los 42 años, Oldman enfrentaba desafíos que iban más allá de los escenarios. Un divorcio complicado con Donya Fiorentino lo dejó como padre de tiempo completo, con la custodia de sus dos hijos. Al mismo tiempo, Hollywood cambiaba, llevando grandes producciones fuera de Estados Unidos, lo que dificultaba mantenerse cerca de su familia. Oldman tomó la decisión de rechazar muchos proyectos, priorizando su papel como padre.
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Fue entonces cuando llegó Sirius Black, el carismático padrino de Harry Potter. Este papel en El prisionero de Azkaban no solo lo introdujo a una nueva generación de fans, sino que también le brindó estabilidad económica y la oportunidad de trabajar en un proyecto cercano a casa. Para Oldman, este personaje significó mucho más que un rol icónico: fue la clave para equilibrar su vida profesional y personal.
Poco después, el mundo de los superhéroes lo acogió como el Comisario Gordon en la trilogía de The Dark Knight de Christopher Nolan. Este papel le permitió mantenerse activo en producciones de gran calibre sin alejarse demasiado de su familia. "Cuando hicimos la primera Batman, Londres era Gotham. Hice 27 viajes de ida y vuelta desde Los Ángeles. Sentía que, si no lo hacía, mis hijos estaban siendo criados por una niñera”, recordó Oldman.
Las sagas de magia y superhéroes le dieron el tiempo y la tranquilidad para enfocarse en proyectos más personales. Años después, recibiría el Oscar (y casi todos los premios de la temporada) por su interpretación de Winston Churchill en Las horas más oscuras, consagrándose como uno de los actores más respetados de su generación.
Hoy, Oldman continúa demostrando su talento como protagonista de Slow Horses, una serie aclamada por la crítica y cuya actuación ya agregó nuevas nominaciones a su gran carrera.