La ridícula razón por la que Keira Knightley casi no protagoniza Orgullo y Prejuicio

La ridícula razón por la que Keira Knightley casi no protagoniza Orgullo y Prejuicio

La actriz tiene uno de sus papeles más icónicos en la adaptación de la novela de James Austen, aunque casi se queda sin él por una sorpréndete razón.

Agustina Agost

Agustina Agost

El proceso de casting es una de las partes más cruciales al hacer una película, ya que los actores son quienes dan vida al guion. Sin el elenco adecuado o la química necesaria, incluso las mejores historias pueden resultar decepcionantes. 

Un ejemplo de casting casi perfecto es Keira Knightley en su interpretación de Elizabeth Bennet en Orgullo y Prejuicio (2005). La actriz ofreció una actuación magistral, capturando la esencia del icónico personaje de Jane Austen.

La cinta sigue siendo una de las mejores adaptaciones de la escritora británica y un clásico atemporal que se puede disfrutar una y otra vez. Sin embargo, sorprendentemente, Knightley casi no consiguió el papel por una sorprendente razón.

Orgullo y Prejuicio y las vidas de la familia Bennet

Orgullo y Prejuicio. Foto: Universal Pictures.

La adaptación de Orgullo y Prejuicio de 2005 no fue la primera. La versión cinematográfica más antigua se estrenó en 1940, y desde entonces ha habido numerosas adaptaciones, incluida la aclamada miniserie de la BBC de 1995, protagonizada por Jennifer Ehle como Elizabeth Bennet y Colin Firth como el Sr. Darcy. 

También hay reinterpretaciones modernas, como El diario de Bridget Jones, donde Firth repite su carisma tipo Darcy. Pero la película de 2005, dirigida por Joe Wright, ha conseguido un lugar especial en el corazón de los espectadores. Recibió cuatro nominaciones a los Premios de la Academia, incluida una a Mejor Actriz para Knightley, y sigue siendo una de las favoritas de los fanáticos.

En la versión de Wright, Keira Knightley interpreta a Elizabeth Bennet, una joven inteligente e independiente que se rehúsa a dejarse impresionar por la riqueza o el estatus, especialmente cuando se trata del Sr. Darcy (Matthew Macfadyen), a quien inicialmente percibe como arrogante y condescendiente. 

Junto a Elizabeth, la trama se sumerge en las vidas de las demás hermanas Bennet, cada una con personalidades únicas: Lydia (Jena Malone), animada y habladora; Jane (Rosamund Pike), reservada y romántica; y otras que aportan sus propios matices a la historia. Para Elizabeth, el amor y el matrimonio son secundarios frente a su lealtad a su familia y su búsqueda de autenticidad.

Joe Wright dudó en elegir a Keira Knightley

Keira Knightley y Matthew Macfadyen en Orgullo y prejuicio. Foto: Universal Pictures.

El elenco de Orgullo y Prejuicio es impecable. Donald Sutherland brinda una actuación conmovedora como el Sr. Bennet, el patriarca amoroso pero emocionalmente reservado de la familia. Y Knightley, quien brilla como Elizabeth, continuaría colaborando con Wright en películas como Expiación, deseo y pecado (2007) y Anna Karenina (2012), consolidando su relación como uno de los mejores dúos de actor-director del cine británico. 

Sin embargo, la participación de la actriz estuvo a punto de no suceder, ya que el cineasta inicialmente la consideró "demasiado bonita" para el papel.

Antes de Orgullo y Prejuicio, Knightley ya era una estrella consolidada gracias a éxitos como Realmente amor (2003) y Piratas del Caribe (2003). Su belleza era ampliamente reconocida, pero esta se convirtió en un obstáculo potencial cuando Wright dudó de su idoneidad para interpretar a Elizabeth. 

Durante una entrevista en The Graham Norton Show, la actriz reveló que Wright inicialmente se resistía a contratarla, pero cambió de opinión al conocerla en persona. "Ah, no. Estás bien", le dijo finalmente, un comentario que ella recuerda entre risas.

Hoy, resulta difícil imaginar a otra actriz como Elizabeth Bennet. La carismática actuación de Knightley, junto con su química con coestrellas como Matthew Macfadyen y Rosamund Pike, hace que su interpretación sea inolvidable. Afortunadamente, Wright superó sus reservas iniciales, entregando a los espectadores una Elizabeth Bennet impecable y dando inicio a una colaboración creativa que produciría más joyas cinematográficas.

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