Para Kiera Knightley el precio de estar en Piratas del Caribe fue muy alto: el acoso la dejó “con la boca abierta”
Keira Knightley reveló el alto costo emocional de la fama tras su éxito en Piratas del Caribe y cómo el acoso se justificaba con un "tú querías esto".
Keira Knightley está disfrutando de un brillante momento en su carrera gracias a su incursión en el mundo de las series, consolidando su talento en formatos televisivos con el thriller Black Dover. Sin embargo, para muchos, será recordada como Elizabeth Swann, su icónico rol en Piratas del Caribe. Este papel, que obtuvo siendo apenas una adolescente, marcó su ascenso al estrellato, pero también la expuso a una realidad desoladora: la pérdida de su privacidad y una experiencia marcada por el acoso y una cultura profundamente violenta hacia las mujeres jóvenes.
En una reciente entrevista con Los Angeles Times, Knightley se sinceró sobre lo que significó vivir bajo el escrutinio público desde una edad temprana: “Es muy brutal que te quiten tu privacidad en la adolescencia, a principios de los 20, y que te sometan a ese escrutinio en un momento en el que todavía estás creciendo. Dicho esto, no tendría la estabilidad financiera ni la carrera que tengo ahora sin ese período. Tuve un período de cinco años entre los 17 y los 21 años, y nunca volveré a tener ese tipo de éxito. ¿Tuvo un costo? Sí, lo tuvo. Tuvo un gran costo”.
A más éxito, más situaciones de misoginia
Aunque su papel en la franquicia de Piratas del Caribe le abrió las puertas a oportunidades increíbles, Knightley señaló cómo esta exposición también la convirtió en blanco de situaciones profundamente perturbadoras.
“En ese momento me quedé con la boca abierta. No me pareció bien en ese momento. Tenía muy claro que era absolutamente impactante”, relató. “Había mucha manipulación psicológica, un montón de hombres me decían ‘tú querías esto’. Era el lenguaje de la violación. Ya sabes, ‘esto es lo que te mereces’. Era una atmósfera muy violenta y misógina”.
Además del acoso, la actriz describió cómo esta presión constante la afectó emocionalmente. En una etapa crucial de su vida, donde apenas estaba construyendo su identidad, enfrentó comentarios que justificaban las agresiones en su contra como si fueran una consecuencia de su éxito: “Se referían muy específicamente a que yo quería que los hombres me acosaran. Ya fuera porque alguien tenía una enfermedad mental o porque la gente ganaba dinero con ello, para mí era lo mismo. Fue una época brutal para ser una mujer joven en el ojo público”.
En la charla, Knightley también reflexionó sobre cómo esta experiencia influyó en su visión de la fama y el impacto que las redes sociales han añadido a esta dinámica: “Las redes sociales han puesto esto en un contexto totalmente diferente, cuando se observa el daño que se ha hecho a las mujeres jóvenes, a las adolescentes. En última instancia, eso es la fama: es ser avergonzada públicamente. Muchas adolescentes no sobreviven a eso”.
Hoy, como madre de dos hijas, la actriz dejó claro que está decidida a protegerlas de una industria que, aunque ofrece posibilidades increíbles, puede ser implacable para las mujeres jóvenes.