Estas películas no son de Navidad pero transcurren en esa época y capturan a la perfección su esencia
No son películas navideñas, ni siquiera tienen la alegría de la época como tema principal, sin embargo las fiestas se sienten a la perfección en ellas.
El mes de diciembre nos envuelve con una atmósfera única, esa mezcla de nostalgia y esperanza que solo la Navidad puede traer. Las luces que adornan las calles, el aire de recambio y las reuniones familiares nos recuerdan que estamos en una temporada de celebración, aunque no siempre se trate de las festividades tradicionales. La Navidad tiene una energía especial y es imposible negarlo.
A veces, las películas ambientadas en este tiempo no necesitan ser estrictamente sobre la Navidad, pero su ambiente festivo, su melancolía o su ambientación las hacen perfectas para la temporada.
Estas películas, aunque no sean exactamente “cine navideño” tienen en su interior esa esencia de la época. Algunas se desarrollan en la víspera de Navidad, otras simplemente se sumergen en la atmósfera invernal de diciembre, pero todas ellas encarnan un sentimiento especial que solo esta temporada puede ofrecer.
El joven manos de tijera (1990)
Edward Scissorhands, dirigida por Tim Burton, es una película que transcurre en el invierno, en un vecindario suburbano decorado para la Navidad. Aunque no es una película navideña en el sentido tradicional, la época juega un papel crucial en el tono general de la historia. La trama sigue a Edward, un hombre artificial creado por un inventor, quien queda incompleto cuando su creador muere antes de darle manos normales. En lugar de manos, el joven tiene cuchillas, lo que lo convierte en un ser aislado y marginado.
La Navidad en esta película actúa como un marco para explorar la aceptación, el amor y la diferencia. La película no trata sobre la fiesta en sí, pero su atmósfera crea una reflexión sobre cómo esta temporada puede traer tanto calidez como tristeza, dependiendo de las circunstancias y las relaciones personales.
Las ventajas de ser invisible (2012)
Las ventajas de ser invisible es una película que explora la complejidad de ser un adolescente en una época de cambios y autodescubrimiento. Charlie es un joven que, tras la muerte de su tía y la carga de un trauma oculto, lucha por encontrar su lugar en el mundo. A lo largo de la película, se enfrenta a las dificultades típicas de la adolescencia, pero también a desafíos mucho más profundos.
La Navidad no es el tema central pero los momentos que ocurren durante las festividades reflejan un cambio en la vida de Charlie. La película no solo trata sobre los altibajos emocionales de crecer, sino sobre las relaciones y las amistades que nos salvan en los momentos de mayor soledad. En su primera celebración con sus nuevos amigos, Charlie experimenta lo que es ser aceptado, algo que nunca había vivido. Las festividades actúan como un contraste entre su dolor pasado y las nuevas conexiones que está formando.
Eyes Wide Shut (1999)
Stanley Kubrick lleva a la pantalla una inquietante historia sobre deseo, secretos y la fragilidad de las relaciones humanas en Eyes Wide Shut. La película sigue a Bill Harford, un médico que, después de descubrir los secretos sexuales de su esposa Alice, se ve arrastrado a un mundo de fantasías y deseos ocultos. Aunque el núcleo de la película es una exploración de la mente humana y la naturaleza del deseo, la Navidad juega un papel crucial en su atmósfera.
El invierno y las festividades de fin de año son el telón de fondo de cada una de las escenas y amplifican la sensación de desorientación, soledad y alienación que atraviesa el protagonista. Eyes Wide Shut utiliza la temporada navideña no para celebrar, sino para contrastar la dualidad de lo visible y lo oculto en las vidas de los personajes.
Duro de matar (1988)
Aunque Duro de matar es ampliamente reconocida como una película de acción más que como una historia navideña, su ambientación en la época de Navidad le da un toque especial. La historia sigue a John McClane (Bruce Willis), un policía de Nueva York que, al llegar a Los Ángeles para pasar las fiestas con su esposa, se ve atrapado en un edificio de oficinas tomado por un grupo de terroristas.
Aunque la película no se centra en la Navidad, los decorados festivos y el contraste entre la alegría y el caos intensifican la experiencia. Aunque la trama se centra en la acción y el rescate, la ambientación navideña sirve como contraste, mostrando cómo incluso en una época de celebración, el caos puede irrumpir de forma inesperada.
Harry Potter y la piedra filosofal (2001)
Harry Potter y Navidad no tienen realmente nada que ver pero por alguna razón son fácilmente vinculables. Aunque la trama principal gira en torno al misterio de la piedra filosofal, las escenas navideñas capturan perfectamente la magia de la temporada (literalmente). Los estudiantes disfrutan de un grandioso banquete, decoraciones deslumbrantes y momentos de compañerismo, lo que añade una capa de calidez a la historia.
La Navidad en esta película no es el centro de la acción, pero sí refuerza el sentimiento de pertenencia y el valor de la amistad, especialmente si consideramos que nuestro protagonista conoce lo que es la familia y el cariño recién cuando entró al colegio Hogwarts. Tal vez no sea el foco pero no podemos olvidar las Navidades en la escuela mágica y todos alguna vez deseamos estar allí.