Final de Duna: Parte dos explicado: ¿Por qué Paul Atreides es el verdadero villano de la historia?
La aclamada película de ciencia ficción acaba de hacer su arribo al streaming y te explicamos todo sobre el significado de su final.
A finales de febrero llegó a los cines Duna: Parte dos, la continuación de Dune, dirigida por Denis Villeneuve estrenada en 2021. Algunos años después, el director canadiense regresó a los cines y redobló la apuesta con la continuación de la historia de Paul Atreides (Timothée Chalamet) y su búsqueda de venganza contra la muerte de padre, y la llegada de un destino que no podrá evitar.
A pocos meses de su paso por los cines, Duna: Parte dos llegó al streaming. Desde el 21 de mayo la película se encuentra disponible en el catálogo de Max a nivel mundial.
Si eres de los que ya disfrutó Duna: Parte dos en cines o en streaming, o ambos, a continuación vamos a hacer un repaso del final de la cinta. Tal como sucedió con la novela de Frank Herbert en la década de los 60, muchos tienden a pensar que Paul Atreides en el héroe de la historia, sin embargo es todo lo contrario. En esta historia el héroe se convierte en villano y te vamos a contar por qué.
¿Qué significa el final de Duna: Parte dos?

Al final de la película vemos que Paul Atreides acepta su destino y, tal como lo indicaba la profecía, se convierte en Lisan al Gaib, el salvador o mesías que los Fremen habían profetizado durante largo tiempo y que sería la figura que salvaría y liberaría al planeta Arrakis, y se convertiría en Emperador de la galaxia.
Durante una buena parte del filme, Paul lucha contra este destino, ya que sus visiones le muestran que el resultado será sangriento. En más de una oportunidad vemos al joven guerrero evitar su marcha hacia el sur para evitar que esos designios se vuelvan realidad. En su lugar, Paul prefiere ganarse la confianza de los Fremen y ayudarlos a liberarse de la opresión de los Harkonnen. Sin embargo, a medida que Stilgar (Javier Bardem) y sus devotos seguidores comienzan a ver en Paul todas las señales de la profecía, se le suma el accionar de Lady Jessica (Rebecca Ferguson), convertida en Reverenda Madre de los Fremen, quien no tarda en hacer correr la voz sobre la llegada del profeta, tal como lo indicaba la Missionaria Protectiva, la propaganda creada por las Bene Gesserit.
Tras postergarlo, Paul se ve obligado a ir al sur, donde finalmente bebe el Agua de la vida y se convierte en Lisan al Gaib, accediendo a un poder superior que le permite ver a lo largo del tiempo y el espacio, así como ver el futuro y acceder a distintas memorias ancestrales. A pesar de que esta transformación es lo que Paul buscaba evitar a toda costa, es este poder el que en última instancia le permitirá obtener todo el apoyo de los Fremen y así poder empeñar a todo ejército de guerreros contra los Harkonnen.

Gracias a este nuevo poder, Paul finalmente se enfrenta al Emperador Shaddam IV (Christopher Walken). Para derrotarlo, Paul toma a su hija, la princesa Irulan (Florence Pugh), como esposa. De esta forma se asegura que la casa Corrino continúe en el poder, a la vez que mantiene cierto control sobre la orden de las Bene Gesserit, ya que Irulan pertenece a la orden.
Lo segundo en retar al Emperador o a su campeón, en este caso, Feyd-Rautha Harkonnen (Austin Butler). La derrota de Feyd-Rautha por parte de Paul significa el fin del linaje gobernante inmediato de los Harkonnen y el comienzo del camino para reemplazar a Shaddam, incluso si las Grandes Casas no aceptan el resultado.
¿Por qué Paul le declara la guerra a las Grandes Casas?

Al final de Duna: Parte Dos, Paul instruye a Stilgar y Gurney (Josh Brolin) que si las Grandes Casas se niegan a reconocerlo como el nuevo Emperador, este dará comienzo a una batalla que se extenderá por toda la galaxia para imponer su dominio.
Esto se conecta directamente con la oscura visión que Paul tiene en la primera película de Dune, como consecuencia de la creencia Fremen de que Paul es el Lisan al Gaib, lo que convierte al ejército en una yihad religiosa dispuesta a todo para que el resto de la galaxia reconozca el poder de su mesías. Esto significa que millones tendrán que morir aceptando o rehusando las creencias religiosas de los Fremen.
Esta "Guerra Santa" es un concepto que veremos desarrollado en Dune 3, ya que los acontecimientos de este enfrentamiento tendrán graves consecuencias a futuro.
¿Por qué Chani se marcha al final de Duna: Parte dos?

Otro de los momentos sorpresivos al final de Duna: Parte dos es ver a Chani, el personaje de Zendaya, partir. Esto representa un gran cambio respecto del primer libro de Dune.
Durante gran parte de la segunda película, Chani cuestiona el accionar de Paul y permanentemente pone en duda que sea el elegido, el profetizado Lisan al Gaib. Al final de la película, cuando Paul anuncia que tomará la mano de la Princesa Irulan en matrimonio, Chani se siente traicionada y decide abandonar a Paul.
Si bien se desconoce su destino o la razón concreta de su partida, pero una de las posibilidades es que la joven guerrera fremen esté embarazada. En el primer libro, Paul y Chani tienen un hijo llamado Leto, quien es asesinado durante uno de los ataques de los Harkonnen a los Sietch donde habitan los Fremen. Esto en la película no sucede, pero podría ser un disparador de cara a la próxima cinta , y uno de los motivos de Chani para irse y así proteger a su hijo, algo que también podría llevarla a regresar.
¿Por qué Paul es el villano de la historia?

Como ya mencionamos, uno de los puntos centrales de Duna: Parte dos en la transformación de Paul en el Lisan al Gaib. Desde el comienzo queda en claro que Paul no cree ser el profeta salvador de los Fremen y tampoco desea convertirse en él. A lo largo de la película vemos al joven Atreides tratar de evitar ese destino, ya que a través de sus visiones ha visto las consecuencias de esa transformación.
Sin embargo, llega en un momento de la historia en que Paul sabe que no hay nada que pueda hacer para evitar lo que está por llegar, por lo que esta conversión hace que su historia sea una tragedia, en lugar de una hazaña heroica, lo que en última instancia lo obliga a convertirse en todo aquello que odia.
Una vez que ese destino es alcanzado y se convierte en el Lisan al Gaib, Paul acepta ese poder e influencia, aunque en última instancia lo hace para salvar a Arrakis. Esta faceta también se manifiesta en su relación con Chani, donde en más de una oportunidad le manifiesta cuanto la ama, tratando de hacerle entender que las decisiones que debe tomar son para protegerla a ella, a los Fremen y a Arrakis.
Esta transformación de héroe a villano fue central para Denis Villeneuve a la hora de llevar adelante la continuación, ya que se propuso, ante todo, ser fiel a la intenciones de Frank Herbert. "Creo que cuando Frank Herbert escribió Dune y el libro salió a la luz, él se sintió decepcionado", dijo el director en una entrevista con el sitio Inverse.
"Había algo acerca de que Paul fuera visto como un héroe que a él no le gustaba. Para [Herbert], el libro era una advertencia sobre líderes carismáticos y quería que Paul fuera percibido más como una figura oscura", agrega.
"Al final de la película, ves que Paul tomó decisiones para proteger a algunas personas, pero que al hacerlo se convertirá en aquello contra lo que luchaba. Es muy trágico [que] lo pierda todo y traicione a la gente que amaba", explica el director.