La razón por la que Olivia Newton-John casi rechaza el rol de Grease y cómo John Travolta la hizo cambiar de opinión
Cuando Grease se estrenó en 1978, no solo fue un éxito de taquilla sino que pasaría a convertirse en uno de los grandes clásicos del cine estadounidense de la década y de todos los tiempos. Sin embargo, el camino para crear esta película icónica no fue sencillo, y los involucrados poco imaginaban que estaban creando uno de los grandes musicales del siglo XX.
En el día de la fecha sería difícil imaginar Grease sin la dupla protagónica conformada por John Travolta y Olivia Newton-John, quienes sorpresivamente no fueron las primeras opciones para los roles de Danny y Sandy, los jóvenes que viven un apasionado romance de verano y, sin saberlo, se reencuentran al comienzo de clases.
Uno de los aspectos más complejos de la producción de Grease estuvo dada por el casting de la cinta. No fue nada sencillo encontrar a los actores para cada papel, especialmente porque muchos de los nombres que fueron considerados en primera instancia, terminaron rechazando la oferta del estudio.
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El caso más significativo fue el de Olivia Newton-John, quien no fue la primera opción para dar vida a la bella Sandy Olsson. El productor Allan Carr había considerado actrices de la talla como Carrie Fisher y Marie Osmond. La primera venía de protagonizar Shampoo, y poco después se convertiría en la princesa Leia en la saga Star Wars, mientras que la segunda daba sus primeros pasos como cantante de música country, al igual que como actriz.
No obstante, fue John Travolta quien sugirió a Carr el nombre de Olivia Newton-John. El actor le había dicho al productor que Olivia era "el sueño de todo hombre", por lo que la producción decidió hacerle una oferta a la actriz, quien en aquella época ya gozaba de una carrera consolidada como cantante.
Sin embargo, Newton-John se mostró reticente a unirse al elenco. La actriz venía de una fracaso en la pantalla grande y tenía 29 años, por lo que le preocupaba no parecer lo suficientemente joven para interpretar a una estudiante de secundaria.
Solo después de una prueba de cámara exitosa y de interactuar con Travolta aceptó el papel. "John y yo tuvimos una gran química desde la primera vez que nos conocimos", declaró a Entertainment Weekly.
Y aunque la química de Travolta con Newton-John "estuvo ahí desde el principio", las primeras tres tomas de la escena del autocine no provocaron ninguna risa entre los miembros del equipo. No fue sino hasta que el director Randal Kleiser usó el guión musical en lugar del guión cinematográfico que la secuencia cobró vida.
"Se sentía muy, muy cómoda con [Travolta] y eso era todo", reveló Joel Thurm, el director de casting de Grease. "Lo miras en la pantalla y lo ves. Él tenía un gran respeto por ella como artista. Y ella sentía lo mismo por él. Nunca hubo nada indecoroso, romántico o cosas así, pero sí hubo un gran respeto mutuo y una amistad que duró para siempre. Definitivamente tenían chispa".
A partir de allí, el personaje de Sandy fue adecuado para ajustarse a Newton-John. Así fue que la protagonista se convirtió en una chica australiana llamada Sandy Olsson (en la obra de teatro era Sandy Dumbrowski) para permitirle a la estrella usar su acento nativo.
En resumidas cuentas, John Travolta estaba en lo cierto y junto a Olivia Newton-John se convirtieron en una de las parejas más icónicas de la pantalla de la década del 70.



