Las locaciones de Por siempre: Cenicienta son increíbles e inspirarán tu próximo viaje a Francia
Descubre los mágicos lugares donde se filmo la clásica rom-com que te transportarán a un cuento de hadas.
Aunque pueda parecer un reto mejorar un cuento de hadas atemporal, esta encantadora reinterpretación de la historia de Cenicienta ofrece una perspectiva fresca, incluso para quienes conocen bien su narración clásica.
Por siempre: Cenicienta, una historia de amor es una película de 1998 dirigida por Andy Tennant. Está protagonizada por Drew Barrymore en el papel de Danielle, Dougray Scott como el príncipe Enrique y Anjelica Huston como la malvada madrastra Rodmilla. Con la Francia del siglo XVI como telón de fondo, esta comedia romántica de época ofrece una versión única y atractiva.
La historia se desarrolla cuando los hermanos Grimm visitan la residencia de una próspera Gran Dama (Jeanne Moreau), que les revela la auténtica historia de Cenicienta, transmitida por sus antepasados. La narración pasa entonces a un flashback de Danielle, de ocho años, hija de un rico viudo y terrateniente. Cuando su padre se vuelve a casar y muere de un ataque al corazón, Danielle se queda con su cruel madrastra y sus dos hijas, que la tratan como a una sirvienta.
Una década más tarde, la vida de Danielle da un giro cuando conoce al príncipe Enrique, que intenta escapar de un matrimonio concertado. Su suerte cambia aún más cuando consigue hacerse pasar por una dama, captando el interés del príncipe. La presencia del inventor y artista Leonardo da Vinci, interpretado por Patrick Godfrey, que se convierte en consejero del príncipe Enrique en cuestiones de amor, enriquece aún más esta historia atemporal. La bella partitura de George Fenton acompaña a la perfección esta historia.
La película recibió elogios de la crítica y múltiples nominaciones a premios. La interpretación de Barrymore le valió el Premio a la Mejor Actriz de la Academia de Cine de Ciencia Ficción, Fantasía y Terror de Estados Unidos. Además, la cinta recibió nominaciones a los Teen Choice Awards.
¿Dónde se filmó Por siempre: Cenicienta, una historia de amor?
La mayoría de las escenas se rodaron en diversas regiones de Francia, con fotografía de Andrew Dunn. El majestuoso Château de Hautefort, en la región de Dordoña, sirvió de castillo en la película, proporcionando un encantador telón de fondo que complementa a la perfección la narrativa de cuento de hadas. Otros lugares destacados son los castillos históricos de Fénelon, de Lanquais, de Losse, de Beynac y la encantadora ciudad de Sarlat-la-Canéda.
Otras dos locaciones dignas de mención son el Château de Fénélon y el Château de la Russie, que representan la casa de Danielle. El castillo de Fénélon, con su impresionante estructura medieval, fue el escenario principal de las tomas exteriores de la casa de los Barbarac. Hoy en día es patrimonio nacional y lo visitan turistas de todo el mundo.
La escena de la muerte de Auguste de Barbarac
La película está ambientada en el siglo XVI y comienza con la joven Danielle de Barbarac dando la bienvenida a su nueva madrastra, Rodmilla de Ghent, y a sus dos hermanas en la casa familiar. Trágicamente, su padre, Auguste de Barbarac, un rico terrateniente francés, muere poco después de un ataque al corazón. La narración da entonces un salto adelante de diez años, revelando que Danielle se convierte en sirvienta en su casa.
El histórico castillo de Fénélon fue el lugar donde se filmó esta escena y otras que muestran el exterior. Esta bella estructura medieval francesa es hoy patrimonio nacional abierto a los turistas. El castillo tiene importancia histórica por ser el lugar de nacimiento del famoso arzobispo François Fénélon. Ha acogido varias producciones cinematográficas notables, como El último duelo (2021) y Vicio y virtud (1963).
El segundo encuentro de Danielle y el príncipe Enrique
Danielle se hace pasar por cortesana y emplea su riqueza para redimir a Maurice, un antiguo sirviente al que su madrastra había vendido. Durante este acto de valentía, se reencuentra con el príncipe Enrique, pero esta vez va vestida de dama y realiza una apasionada defensa de los criados. El príncipe Enrique se siente atraído no sólo por su belleza, sino también por su inteligencia y su espíritu. Ella se presenta como Nicole de Lancret, Condesa, tomando prestado el nombre de su madre.
El encantador castillo de Hautefort, en la región francesa de Dordoña, sirvió de escenario para esta escena crucial. Esta fortaleza medieval, construida en el siglo XVII, es una maravilla por dentro y por fuera. El interior cuenta con lujosos salones y dormitorios decorados con pinturas, tapices y muebles antiguos. El exterior es igual de impresionante, con jardines "a la francesa" meticulosamente cuidados y zonas verdes cuidadosamente ajardinadas que lo rodean, haciéndolo parecer una escena sacada de un libro de cuentos de hadas.
Marguerite se prueba el vestido de Danielle
Marguerite, hermanastra de Danielle, se prueba un vestido que perteneció a su madre. Cuando Danielle las descubre, la Baronesa rápidamente le permite asistir al baile para desviar la atención de sus acciones. Atrapada entre las mentiras, Jacqueline, la otra hermanastra, se marcha disgustada.
El Château de la Roussie, en Proissans (Francia), fue el lugar elegido para las escenas de los interiores. Este castillo del siglo XIX, construido sobre las ruinas de un antiguo castillo de la segunda mitad del siglo XVI, ofrece un escenario auténtico y pintoresco para la película. Su exterior es de libre acceso al público, y se organizan visitas guiadas para grupos con cita previa. En la actualidad, también alberga lujosas habitaciones de huéspedes.
Rodmilla y Margarita son llamadas a escena en la corte real
El momento crucial se desarrolla cuando Rodmilla comparece ante la estimada corte real en una citación. La reina se enfrenta a ella por mentir sobre Danielle y, como consecuencia, es despojada de su título y amenazada con el exilio a menos que alguien hable en su defensa. Convertida en princesa, Danielle pide "bondad" hacia Rodmilla, como la que una vez experimentó por parte de su madrastra.
Al igual que otras escenas de la película, ésta cobró vida en el histórico castillo de Losse, en Francia. Su arquitectura renacentista lo convirtió en un lugar de rodaje ideal para este drama de época. Declarado monumento en 1928, forma parte de la colección de castillos históricos de Dordoña.
Por siempre: Cenicienta, una historia de amor es una película que merece ser vista aunque sea una vez en la vida. Tanto si eres un fan de los cuentos de hadas, un entusiasta de Drew Barrymore o disfrutas con una buena comedia romántica. También podría inspirar tu itinerario de viaje en unas vacaciones inspiradas en los lugares de rodaje.