El drama romántico de los 70 que sirvió de inspiración para Call Me by Your Name

Uno de los cineastas que más destaca en la actualidad del cine es Luca Guadagnino. El cineasta italiano detrás de títulos como Call Me by Your Name, Cegados por el sol, Suspiria, y Challengers, destaca por su habilidad a la hora de combinar elementos únicos. Su estilo visual y vibrante, acompañado por la exploración de la sexualidad, el deseo y relaciones humanas que desafían las normas sociales.

Uno de sus títulos más aclamados de su carrera es Call Me by Your Name, el drama romántico estrenado en 2017 que retrata la historia de amor entre Elio (Timothée Chalamet), un adolescente de 17 años, y Oliver (Armie Hammer), el asistente de su padre.

En una oportunidad, Guadagnino declaró que Call Me by Your Name es un homenaje a los padres de su vida. Su propio padre, y los cinematográficos, en referencia a Jean Renoir, Jacques Rivette, Bernardo Bertolucci y Éric Rohmer, quienes fueron grandes influencias en su vida. De hecho, una película de los 70 de Rohmer, sirvió de gran inspiración para Call Me by Your Name. No tanto por su temática, pero sí por su cuidada estética y la utilización de colores vibrantes y llamativos. 

Mucho se puede decir del cine de Éric Rohmer, el cineasta francés fue uno de los principales exponentes de la Nouvelle Vague y a lo largo de su carrera desarrolló un estilo cinematográfico muy particular. Sus películas a menudo exhiben personajes complejos, diálogos inteligentes, un ritmo pausado y el abordaje de temas recurrentes que rondan en torno al amor, la moral, las relaciones humanas y la búsqueda de uno mismo.

Uno de los títulos más destacados de su filmografía es La rodilla de Clara (Claire's Knee), un drama romántico lanzado en 1970. Este es el quinto largometraje que integra la serie de Seis cuentos morales, una serie de filmes que se estrenaron entre 1963 y 1972, y que se caracterizan por sus observaciones sobre el amor, la ambigüedad moral y las tensiones entre la modernidad y la tradición.

Tráiler de La rodilla de Clara: 

A grandes rasgos se puede decir que La rodilla de Clara es una película sobre el deseo, pero es mucho más que eso. Es un retrato incisivo sobre el amor moderno, durante una época marcada por la liberación sexual y sus consecuencias. Con su estilo contemplativo, Rohmer construye un laberinto moral donde las apariencias engañan y las motivaciones ocultas impulsan las acciones de los personajes.

La historia sigue a Jérôme,, interpretado por Jean-Claude Brialy, un diplomático que se toma unos días de vacaciones en los Alpes franceses. Sin embargo, su vida aparentemente perfecta oculta una insatisfacción latente. Rodeado de belleza femenina, su mirada se ve constantemente atraída por nuevas posibilidades. Allí conoce a Claire, una joven de gran belleza que desencadena una obsesión inesperada en Jérôme. Su mirada se centra en una parte específica de su cuerpo: la rodilla. Este detalle, aparentemente trivial, se convierte en el eje de una fascinación que parece ir más allá de lo físico.

Jerome encarna el arquetipo del hombre moderno: seguro de sí mismo, despreocupado y aparentemente libre de ataduras morales. Su relación con Laura, una adolescente precoz, es un juego de seducción donde los límites éticos se difuminan peligrosamente. Sin embargo, es con Claire, la hermana mayor, donde el verdadero rostro de Jerome emerge.

La película hace un trabajo impecable al cuestionar la naturaleza del deseo. ¿Estamos ante la presencia de un impulso incontrolable o se trata de una construcción social? A medida que la trama se desarrolla, comienzan a plantearse interrogantes sobre la ética y la moral. La diferencia de edad de los personajes, los comportamientos de cada uno de ellos y las consecuencias de ello.

Sin lugar a dudas se trata de una película que incomoda pero que invita a la reflexión. Un filme que a décadas de su estreno, continúa siendo tan relevante como en la época en la que se lanzó.