El sorprendente final de Parpadea dos veces y su mensaje oculto
El inesperado desenlace ha dejado a muchos espectadores con interrogantes sobre el destino de los personajes y el mensaje que se esconde tras la impactante conclusión.
El final de la película Parpadea dos veces, dirigida por Zoë Kravitz, ha dejado a muchos espectadores con interrogantes sobre el destino de los personajes y el mensaje que se esconde tras la impactante conclusión.
En su debut como directora, Kravitz ha buscado mantener abiertas varias interpretaciones, generando debates sobre si se trata de un final abierto o un cierre definitivo de la historia.
La trama gira en torno a Frida, interpretada por Naomi Ackie, una camarera que, tras una invitación a una isla privada de un millonario reformado, Slater King (Channing Tatum), descubre un oscuro secreto. Durante su estancia, su amiga Jess desaparece y los demás invitados, aparentemente bajo los efectos de una droga, no recuerdan haberla conocido. Junto a Sarah, una estrella de reality show, Frida descubre que las mujeres están siendo drogadas con un perfume que induce amnesia, permitiendo a los hombres abusar de ellas sin que lo recuerden al día siguiente.
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El desenlace llega cuando Frida y Sarah, tras descubrir que el veneno de serpiente les otorga inmunidad contra la droga, lo usan para hacer que las otras mujeres también recuerden los abusos sufridos. En un acto de venganza, las mujeres atacan y eliminan a sus agresores. Sin embargo, Frida decide salvar a Slater, administrándole su propia droga para mantenerlo en un estado de confusión mientras toma el control de su vida y su empresa, convirtiéndose en la nueva CEO de la compañía.
De esta manera, Kravitz buscó subvertir las expectativas al desarrollar una alianza entre Frida y Sarah, inicialmente presentadas como posibles rivales. Para la directora, esta relación se convierte en el núcleo emocional del filme, explorando temas de apoyo y solidaridad femenina en lugar de competencia.
El final no solo ofrece una retribución violenta, sino que también simboliza el empoderamiento de Frida, quien toma control no solo de su vida sino también de aquellos que la habían oprimido. Kravitz comenta que esta mezcla de venganza y justicia ofrece una "dulce revancha" que, aunque complicada, resulta entretenida de ver.
Con este final, Parpadea dos veces deja una puerta abierta a diversas interpretaciones, cuestionando si este es realmente el final o un nuevo comienzo para sus personajes, invitando a los espectadores a reflexionar y debatir sobre el significado de cada decisión y acción en la película.