La simpática rom-com de los 70 que que fracasó a lo grande y se convirtió en un clásico de culto

La comedia romántica es un género cinematográfico que, a pesar de su popularidad, no siempre atrapa a todos los espectadores. Los clichés y la idealización del amor suelen ser los principales motivos por los cuales no todos simpatizan con el género. Sin embargo, hay excepciones que rompen con los moldes establecidos. Harold and Maude (Enséñame a vivir) es una de ellas. Estrenada en 1971, esta película no fue un éxito inmediato, pero con el tiempo se ha convertido en un clásico de culto.

La historia se centra en Harold Chasen (Bud Cort), un joven perturbado y obsesionado con la muerte que encuentra placer en escenificar sus propios suicidios para llamar la atención de su distante madre. Su mundo monótono cambia radicalmente cuando conoce a Maude (Ruth Gordon), una excéntrica mujer de 79 años con una insólita pasión por la vida y los funerales.

A pesar de la diferencia generacional, Harold y Maude forjan una inusual amistad basada en el humor, la complicidad y una profunda conexión espiritual. Juntos, desafían las convenciones sociales, viven aventuras inolvidables y descubren un amor puro y desinteresado. Si bien la diferencia de edad, que a simple vista suena perturbadora, la cinta aborda este tema con delicadeza y humor.

Tráiler de Harold and Maude:

Con un tono mordaz y cómico, Harold and Maude resulta en una crítica a la superficialidad y la hipocresía de la sociedad, pero también es un canto a la esperanza y la posibilidad de reinventarse a cualquier edad.

Maude encarna un arquetipo femenino alejado de las típicas "chicas soñadoras" del género. Independiente, librepensadora y con una visión optimista de la vida, se convierte en una figura inspiradora para Harold. Él, por su parte, representa al hombre solitario que encuentra en ella una nueva perspectiva.

En su estreno en 1971, la película no solo fue pobremente recibida por la crítica sino que fue un fracaso comercial. Sin embargo, con el paso del tiempo la la cinta comenzó a ganar seguidores, convirtiéndose en un filme de culto.

En 1997, Harold and Maude fue seleccionada para preservación por el National Film Registry. Durante la década de los 2000 fue elegida en el puesto 45 como una de las 100 películas más graciosas de todos los tiempos.

Asimismo, la cinta ha servido de influencia para generaciones posteriores de cineastas. Wes Anderson y Judd Apatow han admitido que la película ha sido gran fuente de inspiración para su trabajo. En la actualidad, la película sigue estando tan vigente como antes, invitando a reflexionar sobre una gran cantidad de temas, pero por sobre todas las cosas, sobre el valor y la autenticidad de las relaciones humanas.