La historia real detrás del drama romántico Votos de amor que no tuvo un final feliz luego de la película
Channing Tatum y Rachel McAdams protagonizaron una romántica historia de amor inspirada en hechos reales. Esta, sin embargo, no tuvo un destino lleno de flores.
Cuando los recuerdos se desvanecen y la amnesia amenaza con borrar nuestra historia, el amor emerge como un ancla en el tiempo. Es la fuerza que desafía incluso los más oscuros laberintos del olvido. Esta es una historia de cómo el amor, con su poder infinito, trasciende el olvido y nos muestra que, en su calor, encontramos la luz para navegar las aguas turbulentas del recuerdo perdido.
En 2012, Votos de amor (The Vow) presentaba una romántica historia que demostraba que el amor podía con todo. La trama se centra en Paige y Leo, una pareja felizmente casada que se enfrenta a un giro devastador cuando sufren un accidente de coche. Paige entra en coma y al despertar, sufre de amnesia anterógrada severa, lo que significa que no recuerda nada de su vida con Leo ni de los últimos cinco años. Para Leo, quien la cuidaba y esperaba su recuperación, esto significa que debe luchar para reconstruir su relación y hacer que Paige se enamore de él de nuevo.
Mirá el trailer de la película:
Tan duro y romántico como suena, este argumento está basado en una historia real: la de Kim y Krickitt Carpenter. Su historia es la misma que la que se presenta en la película pero se dio 20 años antes.
La pareja se conoció en 1992 y su primera conexión se dio únicamente por sus voces. Kim llamó por teléfono para ordenar unas camisetas de béisbol para su equipo, y al otro lado de la línea encontró una voz que lo cautivó. A medida que la conversación avanzaba, se enamoraron profundamente, llevándolos a casarse simplemente un año después. Se casaron en 1993 pero solo 10 días después sufrieron un grave accidente que provocó que Krinckitt fuera diagnosticada con un daño cerebral severo, teniendo que estar en coma por 21 días.
Cuando despertó, la realidad golpeó a la pareja con su primer gran desafío, ella no recordaba nada de sus últimos meses de vida. “No solo no se acordaba de la boda, ni siquiera me reconocía”, explicó Kim Carpenter.

El comienzo de su matrimonio, entonces, no estuvo plagado de flores ni colores. Fue como comenzar la relación todo de nuevo y contrario a la película, el amor no surgió de una manera tan mágica y sanadora como en la vida real.
Krickitt se vio obligada a asistir a una terapia que detestaba, lo que provocaba frecuentes conflictos con Kim y hacía casi imposible reavivar su amor. Incluso, a pesar de sus esfuerzos sobrehumanos, Krickitt admitió que la segunda vez no experimentó el arrebato apasionado por su esposo que fue la primera vez, sino que la relación se volvió más racional. No fue sino hasta tres años después del accidente que renovaron sus votos; en 2000 se convirtieron en padres por primera vez y en 2003 dieron la bienvenida a su segunda hija.

El final de la historia de este matrimonio ha provocado que lo que ocurre en la película tal vez ya no sea tan maravilloso como lo fue en su estreno. Es que su trama se ha visto algo manchada con lo que pasó en la realidad.
Veinticinco años después de dar el Sí quiero, los Carpenter se divorciaron. 2018 sorprendió a los fanáticos de la exitosa película con la confirmación de la mujer sobre la realidad de la pareja pero lo que más impactó fue el motivo que los llevó a tomar caminos separados: Kim había sido infiel a su esposa.
“Kim estaba teniendo una aventura,” dijo Krickitt en una entrevista del mismo año. “Nunca pensé que este sería el camino por el que transitaría, porque hice un voto de por vida”.

El descubrimiento de aquel secreto que guardaba su esposo tomó a la mujer por sorpresa y significó la ruptura de un compromiso simbólico muy importante para ellos, que además estaba empañado por una lucha de superación sin igual. “Fue impactante y sorprendente para mi, porque estábamos tan comprometidos el uno con el otro y con el voto.”
Para darle un cierre algo más alegre, Krickitt Carpenter mencionó que a pesar de todo sigue creyendo en el amor y que, aunque su historia con Kim no fue la ideal, esos años no fueron un desperdicio. “Estoy agradecida por los 25 años que tuve. Tengo dos asombrosos hijos y tuvimos muchísimos excelentes tiempos juntos".