El curioso motivo detrás de la icónica rivalidad entre Paul Newman y Steve McQueen

El período del cine clásico supo ser uno de los más importantes de la historia, pues nos otorgó algunos de los filmes más emblemáticos de la pantalla grande e intérpretes que hasta el día de hoy siguen siendo recordados por el público. Y dos actores que nunca caerán en el olvido son Paul Newman y Steve McQueen.

Ambos supieron ser dos de los rostros más relevantes de la década del 60, y a pesar de haber sido contemporáneos y de incluso compartir pantalla en una ocasión con el filme Infierno en la torre, entre estos se produjo una rivalidad que perduró por varios años, y que los llevó a no querer volver a trabajar juntos. 

Infierno en la torre, la película que juntó a Newman y McQueen:

Además de ser grandes actores, ambos se destacaban por ser entusiastas de los autos y las carreras, por lo que cada uno se destacó por entrenarse en dicha área. Esto despertó cierta animosidad entre los intérpretes, especialmente por el lado de Steve McQueen, quien era un natural para el manejo (a diferencia de Newman que era más metódico y disciplinado). 

Para el protagonista de El gran escape, él era un mejor corredor, pero el saber que su colega era igual de talentoso que él, lo llevó a tomarle cierto rencor, despertando cierta competencia. Y aunque estos nunca se enfrentaron en la pista, sí tuvieron algunos roces frente a cámara, lo que los llevó a nunca ser amigos.

En 1969, Paul Newman fue seleccionado para protagonizar Butch Cassidy, el aclamado western en donde dio vida al personaje titular. Originalmente, Steve McQueen había sido seleccionado en el rol de The Sundance Kid, pero debido a que este quería ser mencionado en primer lugar dentro del elenco (incluso a pesar de que Newman era más popular que él), decidió abandonar la producción del filme y dando pie a la elección de Robert Redford en un papel que se convertiría en uno de los más aclamados de su carrera.

Lo cierto es que la rivalidad entre Paul Newman y Steve McQueen fue, mayormente, una guerra de egos. Y la misma no hizo más que potenciarse en 1974, con la que fue su única colaboración en pantalla: Infierno en la torre (The Towering Inferno), un filme de cine catástrofe que gira en torno al incendio de la torre más alta del mundo en la noche de su inauguración.

La película fue todo un éxito, y en gran parte se debía a su elenco de estrellas. Además de las actuaciones de Newman y McQueen, quienes interpretaron al arquitecto del edificio y al jefe de los bomberos, respectivamente, la cinta contó con actores como Faye Dunaway, Fred Astaire, William Holden y Jennifer Jones, entre muchos otros. 

Una vez más, McQueen sentía que él debía ser la estrella de la película, y su obsesión por destacarse por encima de su compañero lo llevó al punto de incluso contar la cantidad de líneas de Newman, para asegurarse de que no fueran más que las suyas. Y fue esta situación la que llevó al estudio a tomar cartas en el asunto.

Debido a que ambos actores querían ser mencionados primero en los créditos de la cinta, el estudio optó una idea innovadora de colocar ambos nombres en diagonal en pantalla, lo que llevaba a que ambos gozaran de igual importancia, sea cual sea la forma en la que se leyera. Y fue Infierno en la torre la encargada de presentar esta propuesta de créditos compartidos pero donde sus estrellas gozan de igual importancia.

Aún así, la experiencia de ambos actores no fue positiva, al punto de que, una vez terminado el rodaje, Paul Newman se refirió a su compañero como un “cobarde”. Sus diferentes personalidades y estilos de actuación no hicieron más que alimentar su disgusto por el otro, y tras Infierno en la torre, no volvieron a cruzarse en pantalla.