"Este premio y este aplauso son para Marisa": Pedro Almodóvar dedicó su último premio a la memoria de la actriz española

El cine español enfrenta una herida difícil de sanar tras la partida de Marisa Paredes, una de sus grandes estrellas y una musa inconfundible de Pedro Almodóvar. El director manchego, quien siempre la consideró una de sus más brillantes "chica Almodóvar," dedicó su reciente premio a la memoria de su amiga y colaboradora. 

Este sábado, durante la gala de los Premios Feroz en el Pazo da Cultura de Pontevedra, Almodóvar subió al escenario para recibir el galardón a Mejor Dirección por La habitación de al lado, su primera película en inglés. Pero el premio no fue lo único que brilló esa noche; su discurso se transformó en un emotivo homenaje a Marisa Paredes. "He recibido muchos premios, pero casi nunca llego al final, entonces no lo dedico a nadie. Por eso hoy voy a empezar por el final", comenzó diciendo el cineasta, dejando ver que el dolor todavía está fresco.

"Para Marisa Paredes, este premio y este aplauso son para Marisa. Rodamos cinco películas juntos y desde hace solo unas semanas esas cinco películas para mí tienen un valor incalculable, porque Marisa estaba entre ellas", dijo el director llenando la sala de gratitud y nostalgia.

El fallecimiento de Marisa Paredes el pasado 17 de diciembre a los 78 años sorprendió a todos, incluido Almodóvar, quien confesó que aún no logra asimilarlo. La actriz, que trabajó junto a él en joyas como Entre tinieblas, Tacones lejanos y Todo sobre mi madre, dejó tras de sí un legado de más de 75 películas y una lista interminable de corazones tocados por su arte.

En la alfombra roja, Almodóvar reveló un detalle que hizo su pérdida aún más desgarradora. "El día antes de fallecer yo tenía un recado de ella, por eso todavía no acabo de creérmelo. Me hablaba de la función que estaba preparando. Estaba muy contenta, y así de contenta se fue, de un día para otro…". 

El director también aprovechó su discurso para destacar el trabajo de las protagonistas de su última película, Tilda Swinton y Julianne Moore, describiéndolas como el alma de la cinta. Sin embargo, esa noche quedó claro que su corazón estaba con Marisa. Porque más allá de premios y reconocimientos, fue ella quien le regaló personajes inmortales y una complicidad que pocos pueden presumir.