Una de las escenas más recordadas de Titanic fue completamente improvisada

La película romántica de James Cameron, Titanic, está llena de escenas memorables, y un momento improvisado dio lugar a una de las escenas más icónicas de Rose, que tampoco estaba en el guion. 

Aunque Cameron es un director mayormente asociado con el género de ciencia ficción, uno de sus proyectos más grandes y populares fue este drama de desastre basado en una tragedia real. Su legendaria atención al detalle estuvo presente durante toda la producción, pero aún así permitió algunos momentos improvisados, lo que hizo que la cinta fuera aún mejor.

Titanic presenta a Jack Dawson (Leonardo DiCaprio), un joven que gana un boleto para abordar el Titanic en una partida de póker. A bordo del barco, Jack conoce a Rose DeWitt Bukater (Kate Winslet), una pasajera de primera clase comprometida con el adinerado Cal Hockley (Billy Zane). A pesar de sus diferencias de clase social, Jack y Rose se enamoran e intentan sobrevivir al hundimiento del barco. El filme tiene momentos muy dramáticos y trágicos, pero también algunas escenas ligeras y divertidas, entre ellas una que fue completamente improvisada y que, a su vez, llevó a otro momento icónico y espontáneo.

La escena de la "lección de escupir" entre Rose y Jack

Rose y Jack se conocen cuando él la salva de saltar desde la popa del barco. Como forma de agradecerle, Cal invita a Jack a cenar con ellos en la sección de primera clase, pero Rose y Jack se encuentran antes de la cena. Jack le muestra sus dibujos y le cuenta sobre su vida, lo que hace que ella se dé cuenta de que necesita libertad para ser ella misma y hacer lo que realmente desea. Rose imagina cómo sería si fueran juntos al muelle de Santa Mónica, y Jack empieza a bromear con ella sobre las cosas que harían allí.

Jack le dice que le enseñará a montar a caballo "como un hombre", a lo que Rose responde que también quiere aprender a escupir como un hombre. Jack se lo toma en serio y la lleva a otra parte del barco para enseñarle a escupir, hasta que son interrumpidos por la madre de Rose, Ruth (Frances Fisher), y Molly Brown (Kathy Bates). Según GQ India, esta escena fue completamente improvisada, lo que resalta la química única entre ambos actores.

Esta escena es clave en la relación de Rose y Jack, ya que, aunque puede parecer un poco asquerosa, es un momento en el que ambos se conectan. Rose comienza a soltarse y a disfrutar de su libertad, alejándose de las normas y expectativas que le han impuesto toda su vida. Además, esta escena se vuelve aún más memorable porque llevó a otro momento improvisado en el que Rose pone en práctica lo que aprendió.

Kate Winslet improvisó escupirle a Cal 

Rose finalmente decide quedarse con Jack y huir con él en cuanto lleguen a Nueva York, pero el hundimiento del barco arruina sus planes. Mientras los pasajeros luchan por subir a los botes salvavidas, Ruth y Cal intentan obligar a Rose a abordar uno, mientras Jack está atrapado en otra parte del barco. Cuando intenta escapar, Cal la sujeta y, para liberarse, ella le escupe en el ojo, tal como Jack le había enseñado. Según GQ India, este momento también fue improvisado por Winslet.

El guion original de Titanic decía que Rose "saca una horquilla del cabello y lo pincha con ella", lo que hace que él suelte un insulto y ella pueda escapar. En lugar de eso, Winslet decidió escupir en la cara de Cal, mostrando que Rose había encontrado una utilidad práctica para la lección de escupir de Jack. Por supuesto, esto tomó a Zane por sorpresa, pero la escena se mantuvo en la película. 

Titanic no tiene muchas escenas improvisadas, pero las que llegaron al montaje final se volvieron verdaderamente icónicas.