Timothée Chalamet se convirtió en el Mejor Actor de los SAG Awards y se sacó la careta de la falsa humildad: “Quiero ser uno de los grandes”
Timothée Chalamet sorprendió en los SAG Awards con un discurso honesto y ambicioso.
Ser actor es, en esencia, una profesión de ambiciosos. Aunque la humildad es la fachada predilecta en los discursos de premiación, es innegable que muchos de los grandes nombres de la industria aspiran a dejar al resto marcados, a grabar su nombre en la historia del cine y a ganar los galardones más codiciados. Sin embargo, pocos lo admiten abiertamente.
En los recientes SAG Awards 2025, Timothée Chalamet rompió con esta norma no escrita y, con una sinceridad inusual, dejó en claro que su meta es la grandeza. El actor, que se alzó con el premio a Mejor Actor Protagonista por su papel en A Complete Unknown, sorprendió al público con un discurso sin filtros. Desde el principio, reconoció la magnitud del reto que enfrentó al interpretar a Bob Dylan y el esfuerzo que le costó dar vida a una de las figuras más icónicas de la música.
"Sé que lo más elegante sería quitarle importancia al esfuerzo que puse en este papel y todo lo que significa para mí, pero la verdad es que estos han sido cinco años y medio de mi vida", dijo. "Puse todo lo que tenía para interpretar a este artista incomparable, Mr. Bob Dylan, un auténtico héroe estadounidense".
Chalamet, visiblemente emocionado, también aprovechó el momento para rendir homenaje a su madre, quien lo acompañó en la ceremonia y ha trabajado durante cuatro décadas en la asociación de actores de teatro Actors' Equity. A su vez, expresó su gratitud hacia el elenco y equipo de A Complete Unknown, destacando lo desafiante que puede ser protagonizar un biopic y el esfuerzo conjunto que hicieron para llevar la película a la pantalla.
Sinceridad absoluta y una ambición que no planea dejar

Además de esto, lo más llamativo del discurso llegó cuando, en lugar de la típica modestia habitual en Hollywood, Chalamet confesó sin rodeos cuál es su verdadero objetivo en la industria. "Sé que estamos en un negocio subjetivo, pero la verdad es que estoy en busca de la grandeza. Sé que la gente no suele hablar así, pero quiero ser uno de los grandes. Estoy inspirado por los grandes. Estoy inspirado por los grandes que hay aquí esta noche. Estoy inspirado también por Daniel Day-Lewis, Marlon Brando y Viola Davis tanto como lo estoy por Michael Jordan y Michael Phelps. Quiero estar ahí arriba".
Este nivel de franqueza sorprendió a la audiencia y marcó un contraste con la imagen típica de los discursos de premiación. Chalamet cerró su intervención reafirmando su compromiso con su carrera y con su deseo de seguir evolucionando como actor. "Este [premio] no significa eso, pero es un poco más de combustible y de munición para seguir adelante. Muchas gracias".
El impacto de sus palabras no pasó desapercibido. En una industria donde la ambición suele disfrazarse de falsa humildad, Chalamet se atrevió a decir lo que muchos piensan pero no expresan. Con apenas 29 años, su victoria en los SAG Awards lo coloca en una posición privilegiada de cara a los Oscar, donde competirá contra Adrien Brody, quien hasta ahora era el favorito de la temporada. Más allá del resultado de la gala, una cosa queda clara: Timothée Chalamet no teme soñar en grande y está decidido a convertirse en uno de los grade de la historia del cine.