5 películas del Lejano Oeste que son perfectas para introducirte en el género si nunca has visto un western

5 películas del Lejano Oeste que son perfectas para introducirte en el género si nunca has visto un western

¿Nunca has visto un western, pero quieres hacerlo y no sabes por dónde empezar? Tranquilo, en esta nota te presentamos una guía práctica con cinco opciones que son perfectas para quienes quieran introducirse en el género.

Agustina Agost

Agustina Agost

El género del Lejano Oeste ha pasado de dominar la industria a convertirse en uno de los rincones más de nicho del cine. Si bien muchos westerns pueden resultar intimidantes para los nuevos espectadores, algunos de ellos son perfectos para principiantes y espectadores curiosos que quieren introducirse en él.

Mientras que algunas películas pueden ser difíciles de digerir para quienes buscan un punto de entrada, otras son lo suficientemente emocionantes y accesibles para el público. En esta nota destacamos 5 westerns que son perfectos para quienes nunca hayan visto uno y quieren introducirse en el género.

3:10 Misión peligrosa (3:10 to Yuma, 2007)

3:10 Misión peligrosa. Foto: Lionsgate Films.

Las historias impulsadas por los personajes siempre han sido el corazón del género western, y pocas películas lo demuestran tan bien como 3:10 Misión peligrosa, de James Mangold. Basada en el relato de Elmore Leonard, la trama sigue la misión de un veterano de la Guerra Civil para escoltar a un forajido capturado hasta un tren que lo llevará a prisión, con la pandilla del criminal intentando impedirlo. El alma de la historia radica en cómo la integridad y el coraje del protagonista, Dan Evans, afectan al nihilista villano, Ben Wade, manteniendo al público en vilo para ver cómo se resuelve su enfrentamiento.

Considerada uno de los mejores remakes de la historia del cine, la cinta garantiza un viaje emocional al corazón del Viejo Oeste. Gracias al talento y la química en pantalla de Russell Crowe y Christian Bale, la historia podría funcionar en cualquier contexto, haciendo que su mensaje sea atemporal.

 

Django sin cadenas (Django Unchained, 2012)

Jamie Foxx en Django sin cadenas. Foto: Columbia Pictures.

Quentin Tarantino nunca ha ocultado la influencia que los spaghetti westerns han tenido en su carrera. En 2012, finalmente canalizó esa pasión en su propio proyecto, una sucesión espiritual de Django, de Sergio Corbucci. Como en muchas de sus películas inspiradas en clásicos, el cineasta hizo que la historia fuera completamente suya, siguiendo a un héroe que es liberado de la esclavitud y emprende una búsqueda para rescatar a su esposa.

Dado que es la película del género western con mayor recaudación en taquilla, se puede afirmar con seguridad que Django sin cadenas logró atraer al público general de una manera en la que pocas de sus contemporáneas lo hicieron. Este éxito se debió en gran parte a la base de seguidores de Tarantino, muchos de los cuales se adentraron por primera vez en el Viejo Oeste gracias a su amor por el cine del director.

 

Los siete magníficos (The Magnificent Seven, 2016)

 Denzel Washington, Chris Pratt e Ethan Hawke son algunos de los protagonistas de Los siete magníficos. Foto: Sony Pictures Releasing.

En 1960, Los siete magníficos inició una tendencia en Hollywood de adaptar historias del cine japonés, en este caso trasladando Seven Samurai, de Akira Kurosawa, a un relato de pistoleros. En 2016, la moda de rehacer clásicos llevó a una nueva versión de la cinta, centrada en un grupo diverso de héroes que defienden a un pequeño pueblo de un despiadado industrialista. Desde el principio, la película reúne una variedad de tropos populares del género, desde héroes que salen del retiro hasta unos pocos valientes enfrentándose a un enemigo poderoso.

El remake de Los siete magníficos logró lo que hizo la original: reunir a algunos de los actores de acción más importantes de la década para una épica de gran presupuesto. Si bien la versión de 1960 sigue siendo más apreciada por los fanáticos del western, la relevancia del remake y su elenco estelar lo convierten en un punto de entrada más accesible. Gracias a efectos especiales muy superiores, la película ofrece una batalla final emocionante y de ritmo trepidante, sin necesidad de que el espectador tenga un gran conocimiento del género.

 

Los imperdonables (Unforgiven, 1992)

Clint Eastwood y Morgan Freeman en Los imperdonables. Foto: Warner Bros. Pictures.

Tras haber sido una de las figuras clave en el movimiento revisionista del western, Clint Eastwood dirigió Los imperdonables, centrada en un par de pistoleros retirados que aceptan un trabajo de cazarrecompensas, la película deja de lado la glorificación de la violencia propia del género y, en su lugar, presenta una mirada más sobria sobre sus consecuencias. Aquí, Eastwood no interpreta al misterioso y frío forajido, sino a un hombre atormentado por sus actos pasados. En cada momento, los complejos personajes ofrecen una visión distinta del Oeste, explorando la moralidad y los defectos de la época.

Al desmontar la visión romántica del Viejo Oeste con una magistral deconstrucción del género, la cinta entrega un retrato honesto de la época. Aquí, el público se enfrenta a la idea de que el bien y el mal pueden ser simplemente una cuestión de perspectiva, logrando una obra maestra donde el género, la estrella y el mensaje encajan perfectamente.

 

El bueno, el malo y el feo (The Good, the Bad and the Ugly, 1966)

Clint Eastwood protagoniza El bueno, el malo y el feo. Foto: 
United Artists.

El bueno, el malo y el feo cierra la Trilogía del dólar de forma épica, siguiendo a un forastero en la búsqueda de un tesoro enterrado en plena Guerra Civil. Con su trío de personajes principales, la película presenta a los espectadores los arquetipos definitivos del western: el misterioso antihéroe errante, el forajido impredecible y el villano despiadado. Sin embargo, lo que hace que esta historia sea tan atractiva para el público en general es su sentido de la aventura épica, mostrando la belleza y la inmensidad del Oeste.

Ninguna cinta redefinió el género western como esta, que combinó humor, acción, aventura y guerra en una obra maestra absoluta. Para quienes buscan una experiencia inmersiva en el Oeste, no hay un héroe más rudo que el personaje de Clint Eastwood, un mejor director que Sergio Leone, ni un compositor más brillante que Ennio Morricone. 

 

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