Así fue la pelea entre Robin Williams y Disney que casi le cuesta al estudio un querido personaje

Han existido pocos actores que han sido amados por todos, no sólo por su talento para la actuación, sino también por su personalidad. Y cuando pensamos en ejemplo de esto, resulta imposible no pensar en Robin Williams, quien pasó a convertirse en uno de los favoritos de la audiencia gracias a sus contribuciones al cine de comedia.

A lo largo de su carrera, el intérprete se embarcó en todo tipo de roles (incluso algunos dramáticos) que le valieron gran aclamación. Y entre todos los roles icónicos que marcaron su filmografía uno que nunca podremos olvidar es el del Genio en Aladdín, la querida cinta animada de Disney que se estrenó en 1992.

Aladdín, un clásico del cine animado y de Robin Williams:

Al día de hoy, Genio es recordado como uno de los personajes más queridos del cine de animación, y la presencia de Robin Williams marcó una nueva tendencia de tener reconocidos actores prestando su voz a personajes animados. Sin embargo, la decisión del actor de formar parte de Aladdín no estaba ligada ni a un interés económico ni narrativo.

Al momento de aceptar el rol del Genio, el cual involucró mucha persuasión de parte de Disney, Robin Williams accedió a prestar su voz con el fin de dejar un recuerdo que sus hijos pudiesen disfrutar. Éste incluso llegó a aceptar el salario mínimo del Sindicato de Actores (SAG), el cual era de $75,000 dólares, mucho menor a su usual salario de casi $1 millón de dólares.

Eso sí, el actor puso ciertas condiciones a la hora de aceptar el papel, y una de las más importantes era que no se usara su nombre o persona para publicitar la película. Además, pidió que la imagen del Genio no ocupara más del 25% de la papelería publicitaria del filme, algo que, por diversos motivos, Disney terminó incumpliendo.

El estudio de animación no sólo le faltó al trato que habían hecho con el actor, sino que incluso tomaron su voz para realizar una serie de anuncios y publicidades con juguetes y otras mercancías relacionadas a Aladdín, y de las cuales el actor no recibió ningún tipo de compensación económica. Esto causó mucho enojo en el intérprete, quien terminó rompiendo toda relación con el estudio.

Por supuesto, Aladdín fue todo un éxito, y cuando Disney quiso llevar adelante su secuela, Aladdín: el regreso de Jafar (1994), el actor se rehusó a participar en ella. En aquel entonces, su reemplazo fue Dan Castellaneta (mayormente conocido por ser la voz de Homero y otros personajes de Los Simpson), pero aún así el estudio no estaba convencido de que fuese la voz adecuada para el personaje. 

Disney intentó por todos los medios hacer las paces, y cuando asumió un nuevo presidente en la compañía, se emitió una disculpa pública hacia el actor. Fue así como éste accedió a volver en ser el Genio en la tercera entrega de la saga animada, Aladdín y los 40 ladrones (1996), para la cual recibió un salario de $1 millón de dólares.