Cinco películas que capturan la esencia del otoño y son ideales para ver esta semana
Hay cosas que vibran parecidas. El rock y el negro, noviembre y los jueves, la lluvia y la melancolía. Las estaciones también tienen su propio pulso, su color y su ánimo particular. Y así como hay músicas, olores o comidas que nos sumergen de lleno en una época del año, también hay películas que por su estética, su historia o su espíritu, se sienten como el otoño.
El otoño es la estación de los colores cálidos y los vientos fríos, de las hojas cayendo y las historias que se abrazan al recogimiento. Es el tiempo de la introspección, de los paisajes melancólicos y de esa sensación entre lo acogedor y la nostalgia. Algunas películas nos envuelven en esa misma atmósfera, por ello te dejamos cinco títulos que vibran en la sintonía de esta estación.
Matilda (1996)
La historia de Matilda Wormwood, con sus libros, su inteligencia desbordante y su conexión especial con la señorita Miel, tiene algo de cuento otoñal. Los tonos cálidos de la fotografía, los días de escuela, la sensación de hallar refugio en las historias y la magia que brota de lo inesperado construyen una película que se siente como una tarde fría con una taza de chocolate caliente y un libro que no quieres soltar. Matilda crece en un hogar hostil, con padres que la ignoran, pero encuentra en la lectura y en su maestra una vía de escape y un lugar donde realmente pertenece.
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The Royal Tenenbaums (2001)
El cine de Wes Anderson está lleno de paletas cromáticas otoñales, pero The Royal Tenenbaums es, quizás, su máxima expresión. El vestuario en tonos mostaza, borgoña y marrón, los personajes perdidos en su propio pasado, la música melancólica y el humor agridulce hacen que esta historia de una familia disfuncional sea la encarnación perfecta del otoño. Tres hermanos prodigio, marcados por la gloria de su infancia y el fracaso de su adultez, se reencuentran cuando su padre regresa fingiendo una enfermedad, desatando un torbellino de emociones contenidas.
Maurice (1987)
Basada en la novela de E.M. Forster, Maurice nos sumerge en la Inglaterra eduardiana con su romanticismo contenido. Los colores apagados, la bruma que cubre los campos y la sensación de un amor que florece en medio de las restricciones hacen de esta película una experiencia profundamente otoñal. Maurice Hall, un joven de clase alta, se enamora de su compañero de universidad en una época en la que la homosexualidad es condenada, obligándolo a enfrentar sus sentimientos en un mundo que no los acepta.
Lo que el cielo nos da (1955)
Douglas Sirk creó una de las películas visualmente más otoñales de la historia del cine. Con colores intensos y una estética que evoca cuadros otoñales, Lo que el cielo nos da es la historia de un amor prohibido entre una viuda de la alta sociedad y un hombre más joven. Cary Scott, atrapada en las expectativas de su círculo social, debe decidir entre seguir las normas impuestas o entregarse a un amor que desafía los convencionalismos.
Entrevista con el vampiro (1994)
El otoño también tiene su lado oscuro, esa sensación de tiempo suspendido, de belleza marchita y de melancolía profunda. Entrevista con el vampiro captura esa esencia otoñal con sus paisajes sombríos, su fotografía en tonos sepia y su historia de criaturas atrapadas en la eternidad. Louis, convertido en vampiro por el enigmático Lestat, atraviesa siglos debatiéndose entre la fascinación y el horror de su nueva existencia, mientras narra su historia a un periodista en busca de la verdad.