Estas son cuatro películas donde sus protagonistas van cayendo lentamente en la locura

Algunas historias no llevan a sus personajes hacia la redención, sino al abismo de su propia mente. Estas películas muestran cómo la locura puede apoderarse de alguien hasta borrar por completo la línea entre la realidad y el delirio.
Grandes personajes, poderosas historias
Grandes personajes, poderosas historias Foto: 20th Century Fox / Columbia Pictures

El desarrollo de los personajes es lo que hace que una historia nos atrape. Nos hace conectar con ellos, entender sus decisiones e incluso vernos reflejados en sus conflictos. Pero no siempre ese desarrollo significa crecimiento o aprendizaje. A veces, los protagonistas se sumergen en un camino sin retorno, perdiendo poco a poco el control de su propia mente.

El cine ha explorado este descenso a la locura de muchas maneras, mostrándonos cómo el miedo, la obsesión o la soledad pueden quebrar a una persona. No se trata solo de grandes estallidos emocionales o actos de violencia; a veces, la locura llega como un susurro, como una idea persistente que no deja de rondar la cabeza hasta consumir por completo a quien la sufre.

Si hay algo que el cine nos ha enseñado es que la mente humana puede ser un lugar aterrador. Y estas películas  lo demuestran a la perfección, llevándonos de la mano por la espiral descendente de sus protagonistas.

El resplandor (1980)

Hoy día se la considera una película de culto. Foto: Warner Bros. Pictures

Stanley Kubrick transformó la novela de Stephen King en una de las películas de terror psicológico más emblemáticas de la historia. Jack Torrance, interpretado por Jack Nicholson, llega al aislado Hotel Overlook con su familia, solo para sucumbir lentamente a la influencia maligna del lugar. Su cordura se resquebraja hasta convertirse en una amenaza para quienes lo rodean, desatando una espiral de violencia y paranoia inolvidable.

All That Jazz (1979)

Ganadora de la Palma de Oro del Festival de Cannes y cuatro premios Oscar. Foto: Columbia Pictures

Bob Fosse llevó su propio tormento interno a la pantalla en este musical psicológico protagonizado por Roy Scheider. La película sigue a Joe Gideon, un director y coreógrafo que, entre su adicción al trabajo y sus excesos, se hunde en un mundo de fantasía y autodestrucción. Con un montaje frenético y una estructura que coquetea con lo surrealista, All That Jazz retrata el colapso mental de un hombre consumido por su propia genialidad.

El faro (2019)

Grabada en blanco y negro y con una relación de aspecto de 1.19:1. Foto: A24

Robert Eggers construyó una fábula claustrofóbica y alucinante con esta historia de dos fareros (Willem Dafoe y Robert Pattinson) atrapados en una isla remota. A medida que la soledad y el aislamiento se apoderan de ellos, la película se sumerge en un delirio donde la realidad y la fantasía se confunden. El faro es una exploración intensa y simbólica sobre la locura, el poder y los secretos que se esconden en la mente humana.

Sunset Boulevard (1950)

A menudo se la cita como una de las obras más relevantes del cine estadounidense. Foto: Paramount Pictures

Billy Wilder presentó uno de los retratos más fascinantes de la locura en Hollywood con Norma Desmond, una exestrella del cine mudo interpretada por Gloria Swanson. Atrapada en un mundo de fantasía donde aún se considera una gran diva, su obsesión por recuperar la gloria perdida la lleva a un estado de paranoia y desesperación. Su descenso final, marcado por una de las escenas más icónicas del cine, sigue siendo un testimonio de cómo la fama y la soledad pueden destruir una mente.