Disney y su obligada pausa a los live-actions: ¿Adiós para siempre o un respiro necesario?
Que Blancanieves es un fracaso no queda la menor duda. Mientras que los números en taquilla no logran repuntar y la valoración en Rotten Tomatoes e IMDb dista mucho de ser la esperada, Disney se vio obligado a tomar serias medidas y poner en pausa todo futuro live-action, empezando por Enredados, que se encontraba en plena pre-producción.
Según comentan desde el estudio, esta pausada es necesaria para repensar el plan de acción y cuidar a los títulos que vendrán en el futuro para evitar una performance como la de Blancanieves. Mientras todas las esperanzas de hacer repuntar este film quedaron enterradas tras la caída del 66% en la recaudación durante su segunda semana en cartel, los directivos ponen el foco en Lilo y Stitch, que llegará a los cines en mayo; y en Moana, que desembarcará en el verano de 2026 en las salas. En el caso de ambas producciones, se espera que tengan algo más de éxito ya que se trata de dos exitosas cintas animadas estrenadas durante los '2000, lo que podría mejorar la marca.
Crédito: Disney
Según ha recogido Screen Rant, la decisión de Disney de producir live-actions es parte de una estrategia económica y comercial. Si bien se trata de costosas producciones, hay ciertas garantías de que estos reboots tendrán audiencia gracias al cariño del público para con las historias clásicas; algo que con Blancanieves quedo demostrado que puede fallar...
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En total, el estudio cuenta con 17 live-actions de cintas animadas, de las cuales la verdadera imbatible sigue siendo La Bella y la Bestia, estrenada en 2017, y que obtuvo una recaudación de 174.7 millones en su fin de semana de estreno. En este caso, la versión live-action respetaba, a rajatabla, la versión original, que logró la aprobación instantánea del público que la sintió como un merecido homenaje a uno de los grandes clásicos del estudio.
Crédito: Disney
El panorama futuro es muy incierto aún para Disney que estaría cerca de tomar una de las decisiones más trascendentales de los últimos años: dejar de lado este tipo de producciones y abaratar costos con historias innovadoras y animadas, volviendo así a la sentar las bases del estudio que nació como hogar de entrañables películas animadas.
El efecto Blancanieves pegó muy duro en la industria y Disney no estaría dispuesto a hacer oídos sordos a los reclamos de los espectadores por un cine de calidad, que invite a volver a las salas en lugar de esperar a que se estrene en el streaming.