40 años después, esta comedia de misterio sigue siendo un clásico

Cuatro décadas después de su estreno, esta comedia de misterio sigue conquistando al público con su humor e ingenio.

El juego de la sospecha: risas, misterio y elegancia.

El juego de la sospecha: risas, misterio y elegancia.

Paramount Pictures

Si te gustan las películas de misterio con ritmo ágil, humor negro y un elenco de lujo, El juego de la sospecha (originalmente titulada Clue) es una joya que no podés dejar pasar. Esta comedia de enredos y asesinatos se ha convertido con los años en un título de culto que sigue conquistando a nuevas generaciones.

Basada en el famoso juego de mesa Clue, la cinta está ambientada en los años 50 y comienza con seis desconocidos invitados a una mansión aislada. Allí, el mayordomo Wadsworth (interpretado magistralmente por Curry) les asigna nombres falsos como Profesor Plum, Señorita Scarlet o Coronel Mustard, y les revela que todos están siendo chantajeados. La tensión estalla cuando su anfitrión, el misterioso señor Boddy, aparece muerto tras un apagón. A partir de ahí, nadie confía en nadie, los cuerpos comienzan a acumularse y cada rincón de la casa esconde una pista, o una amenaza.

Dirigida por Jonathan Lynn, la cinta combina elementos del terror clásico (una mansión en medio de la tormenta, asesinatos misteriosos, pasadizos secretos) con un tono de comedia brillante. Su guion ágil, los diálogos llenos de ironía y el histrionismo de sus personajes la convirtieron en una experiencia única. En su estreno, además, sorprendió al público con tres finales distintos: dependiendo del cine, se proyectaba una versión diferente que revelaba a otro asesino. Una curiosa estrategia que hoy sería impensable, pero que cimentó su estatus de joya ochentosa.

Clue

Aunque no fue un éxito en taquilla, El juego de la sospecha se convirtió con el tiempo en una película de culto y en una de las comedias más queridas del género. Su mezcla de humor negro, ritmo frenético y estética de misterio la hace perfecta para quienes disfrutan del espíritu de Halloween sin recurrir al terror puro.

Hoy, cuatro décadas después, sigue siendo una experiencia ideal para redescubrir: un whodunit lleno de risas, misterio y encanto retro, donde lo macabro se mezcla con lo absurdo y lo elegante con lo disparatado.