Antes de Una batalla tras otra, Sean Penn y Benicio del Toro protagonizaron este drama nominado al Oscar

Sean Penn y Benicio del Toro brillan en este drama que precedió a la nueva película de Paul Thomas Anderson.

21 gramos, el drama nominado por la Academia que protagonizaron Sean Penn y Benicio del Toro antes de Una batalla tras otra.

21 gramos, el drama nominado por la Academia que protagonizaron Sean Penn y Benicio del Toro antes de Una batalla tras otra.

Focus Features

Uno de los grandes motivos de entusiasmo alrededor de Una batalla tras otra (One Battle After Another) es la reunión en pantalla de Benicio del Toro y Sean Penn, dos actores ganadores del Óscar reconocidos por la selectividad de sus proyectos.

Aunque parece haber hecho falta un talento de la talla de Paul Thomas Anderson para convencerlos de participar juntos en un nuevo filme, lo cierto es que ya habían compartido créditos mucho antes, en la primera película en inglés del aclamado director Alejandro González Iñárritu. Tras el éxito internacional de su debut Amores perros, el cineasta se lanzó a un reto aún más ambicioso y experimental con 21 gramos, una tragedia coral que marcó su desembarco en Hollywood.

La cinta llegó en un momento en el que ambos actores tenían nada que demostrar: ambos ya eran considerados de los mejores de su generación. Del Toro acababa de ganar el Óscar a Mejor Actor de Reparto por su imponente papel en Traffic, mientras que Penn protagonizaba Río Místico de Clint Eastwood, interpretación que le valió su primer Óscar como Mejor Actor.

Sin embargo, 21 gramos se distinguió porque, más allá de su estructura narrativa, tenía algo profundo que decir sobre la compasión humana, la vida y la muerte.

¿De qué se trata 21 gramos?

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21 gramos, un drama psicológico dirigido por Alejandro González Iñárritu.

21 gramos, un drama psicológico dirigido por Alejandro González Iñárritu.

La película rinde homenaje a la tradición de cineastas como Akira Kurosawa y Robert Altman al narrar los hechos de manera no lineal, manteniendo al espectador siempre alerta. El filme explora cómo una tragedia aparentemente fortuita une de forma irreversible las vidas de tres personas muy distintas.

Sean Penn interpreta a Paul Rivers, un brillante matemático al borde de la muerte debido a una insuficiencia cardíaca terminal. Tras recibir un trasplante, comienza a experimentar una culpa insoportable al descubrir que su nuevo corazón pertenecía a un hombre que falleció en un accidente. Ese hombre era el esposo de Cristina (Naomi Watts), una mujer atrapada en las drogas, que busca desesperadamente sentido en medio del duelo.

En paralelo, el accidente fue provocado por Jack Jordan (Benicio del Toro), un exconvicto convertido al cristianismo que intenta redimirse, pero que carga con una culpa imposible de borrar. A medida que sus caminos se cruzan, las heridas abiertas revelan un retrato desgarrador de la pérdida, el arrepentimiento y la imposibilidad de escapar de las consecuencias de los actos propios.

Cada personaje enfrenta a su manera el peso de la muerte: Paul sobrevive gracias al órgano de otro y siente que vive una existencia prestada; Cristina se hunde en la autodestrucción incapaz de superar la tragedia; y Jack intenta refugiarse en la fe, aunque las miradas de quienes lo responsabilizan lo devuelven al punto de partida.

Sean Penn y Benicio del Toro, en dos de sus interpretaciones más conmovedoras

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Benicio del Toro y Sean Penn en 21 gramos.

Benicio del Toro y Sean Penn en 21 gramos.

21 gramos es también un ejemplo del instinto de Iñárritu para el casting subversivo. Penn, habitualmente vinculado a personajes atormentados o violentos, interpreta aquí a un hombre frágil, pasivo y profundamente vulnerable. Del Toro, conocido por papeles de villano inquietante, sorprende encarnando a un padre arrepentido que busca redención con una honestidad desarmante.

La película no oculta los defectos de sus protagonistas, pero ofrece contexto y humanidad a cada una de sus decisiones, lo que hace más fácil empatizar con ellos. Gracias a los flashbacks, vemos cómo los tres evolucionan en medio del dolor, y entendemos que la liberación nunca es lineal ni sencilla.

Antes de que Alejandro González Iñárritu desplegara el virtuosismo visual de Birdman o El renacido, 21 gramos mostró un estilo más crudo y contenido, cercano a Amores perros, donde la estructura fragmentada estaba al servicio de la historia y no del artificio. Más allá del brillante montaje, fueron las interpretaciones de Sean Penn y Benicio del Toro las que transformaron la cinta en un golpe emocional difícil de olvidar.