El escalofriante thriller psicológico nominado al Oscar que inspiró a un asesino en serie de la vida real
Este thriller psicológico nominado al Oscar es tan perturbador que inspiró a un asesino en serie de la vida real. Continúa leyendo para saber de qué se trata la película.
Esta película de la década del 60 no sólo es espeluznante por sí misma, sino por la historia que carga detrás.
Columbia PicturesNo es raro que las películas de terror se inspiren en crímenes reales. Ed Gein, por ejemplo, sirvió de base para Psicósis, El silencio de los inocentes y La masacre de Texas. Lo que sí es raro es que una película inspire crímenes reales.
Aunque en los años 80 hubo pánico moral sobre el impacto de la cultura popular (como el llamado 'Pánico satánico'), en general el arte se inspira en la vida mucho más de lo que la vida copia al arte. Pero hay una excepción: un thriller psicológico de los años 60'.
Una película inquietante que dejó huella
Estrenada en 1965, El coleccionista (The Collector) fue dirigida por William Wyler y está basada en la novela homónima escrita por el británico, John Fowles. La trama cuenta la historia de Freddie Clegg (Terence Stamp), un tímido empleado bancario que secuestra a una joven estudiante de arte, Miranda Grey (Samantha Eggar), y la mantiene encerrada en el sótano de su granja, esperando que se enamore de él.
El filme tuvo tres candidaturas a los Premios Oscar en las categorías de Mejor Director, Mejor Actriz y Mejor Guion Adaptado.
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Décadas después, este oscuro relato inspiraría a Robert Berdella -también conocido como 'el Carnicero de Kansas City'-, quien en los años 80 secuestró, torturó y asesinó a varios hombres jóvenes.
Lo inquietante es que El coleccionista no es particularmente impactante visualmente. Es una película lenta, casi tediosa por momentos, y sin embargo ese es su propósito: mostrar sin filtros lo patético y repulsivo que puede ser alguien como Freddie.
A diferencia de otros villanos carismáticos del cine, Freddie no tiene ningún encanto. Es mezquino, arrogante y, sobre todo, aburrido. No hay trauma que lo explique, ni complejidad que lo redima. Solo una profunda necesidad de control y una visión deshumanizante del amor.
Miranda, por el contrario, es todo lo que él no es: inteligente, creativa y vivaz. Cuando intenta razonar con él, hablar de arte o establecer una conexión, él rechaza todo lo que no entiende. Freddie no quiere una compañera; quiere una posesión.
¿Qué hizo realmente Robert Berdella?
Según el libro Rites of Burial, Berdella vio El coleccionista en su adolescencia y confesó que sembró en él una fantasía oscura. Admiraba la forma en que Freddie secuestraba y “moldeaba” a Miranda. El hombre replicó ese patrón, secuestrando al menos a seis hombres jóvenes a los que drogaba, torturaba y fotografiaba meticulosamente. Muchos eran personas en situación de vulnerabilidad o sin hogar, a quienes ofrecía alojamiento antes de capturarlos.
En palabras del propio Berdella: “No los veía como personas”. Sus víctimas eran, para él, “muñecos inflables” con los que podía tener “control total”.
Aunque El coleccionista no llega a mostrar los horrores reales que Berdella cometió, sí revela algo importante: hay monstruos que no son fascinantes ni poderosos. Son mediocres, patéticos y profundamente peligrosos precisamente por eso.