El impresionante thriller romántico de que todos deberían ver por lo menos una vez en la vida
Este thriller romántico deslumbra con su intensidad y belleza: una película que todos deberían ver al menos una vez en la vida.
Park Hae-il y Tang Wei son los protagonistas de La decisión de partir, dirigida por Park Chan-wook.
CJ EntertainmentNadie puede ofrecer un giro moderno a una tragedia griega en una película como Park Chan-wook. Este aclamado cineasta surcoreano no solo mostró al mundo cómo hacer un drama de acción neo-noir, sino que también enseñó cómo jugar con el espectador a través de la sorpresa de una tragedia brutal que hace desear no haber visto la desgarradora historia de Oldboy (2003).
Park es un autor que ha ganado reputación internacional y es considerado uno de los mejores directores del siglo XXI, gracias a su Trilogía de la Venganza, capaz de traumatizar a toda una generación con su impactante violencia, su enredada narrativa y sus oscuras exploraciones psicológicas.
Por eso, cuando en 2022 se estrenó La decisión de partir (Decision to Leave), el público esperaba otra ronda de secuencias violentas estilizadas, un posible final desconcertante y una trama alocada. Sin embargo, para su sorpresa, encontraron un misterio de asesinato que no se centraba en descubrir al culpable, sino que era un thriller romántico obsesivo, visualmente cautivador y de ritmo deliberado.
Como en todos sus filmes, el cineasta ofrece devastación emocional, pero de una manera más sutil. Tres años después, La decisión de partir se mantiene como un ejemplo de la evolución de Park hacia un estilo más meditativo, canalizando el espíritu de Alfred Hitchcock en un misterio coreano único.
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¿De qué se trata La decisión de partir?
En las películas de Park Chan-wook, nada es casual. La composición, el encuadre, la disposición de los objetos o la paleta de colores están cargados de intención, ocultando un mensaje críptico o un guiño al argumento.
La decisión de partir gira en torno a los dos protagonistas: el detective insomne Jang Hae-jun, interpretado por Park Hae-il, y la enigmática viuda china a quien investiga, Song Seo-rae, interpretada por la actriz Tang Wei.
Sus mundos chocan cuando el esposo de Seo-rae es encontrado muerto y el caso es asignado a Hae-jun. Desde su primer encuentro, hay una atracción inmediata entre ambos personajes, pero no se expresa a través del diálogo o grandes acciones. La complejidad de su atracción crece como una danza psicológica, codificada en mensajes visuales.
Un toque hitchcockiano al romance obsesivo
Es difícil no pensar en Vértigo de Alfred Hitchcock después de ver La decisión de partir, ya que ambas películas comparten un ambiente de paranoia, sospecha palpable y difuminación de líneas morales. En este caso, gran parte de la narrativa se desarrolla a través de los ojos del detective Hae-jun; el espectador, junto a él, comparte sus noches en vela observando a Seo-rae desde lejos, uniendo pistas y enredándose cada vez más en su vida.
En una entrevista con Deadline, Park confesó que nunca planeó conscientemente tomar elementos hitchcockianos para el filme, pero que las influencias subconscientes se hicieron evidentes.
“He dicho previamente que no fui consciente de la película Vértigo al hacer , pero también mencioné que sí hubo algunas influencias subconscientes en la realización de esta película. Lo que quise decir es… esa cualidad de ensueño de la película”.
No es la violencia, sino el amor
Para los fans de Park Chan-wook, especialmente los seguidores de Oldboy, la ausencia de violencia gráfica en La decisión de partir puede sentirse como un cambio. Un director que ha construido su reputación en retratar violencia física de manera impactante y visceral, esta vez se enfoca en las relaciones humanas como nunca antes.
La película comienza con el descubrimiento de un hombre muerto al pie de una montaña, estableciendo rápidamente el crimen como marco narrativo. Sin embargo, el misterio de asesinato es lentamente eclipsado por el poder destructivo del amor obsesivo.
En la cinta, todo lo que rodea la relación condenada entre Hae-jun y Seo-rae se convierte en lo principal. Park logra este cambio no alterando su estilo, sino redirigiendo la intensidad habitual de su cine hacia un lenguaje visual más críptico e íntimo.
Si se analiza detenidamente, el cambio de Park hacia el amor y la obsesión como trama central refleja los cambios que experimenta Hae-jun tras conocer a Seo-rae. Pasa de ser un investigador dedicado a un participante voluntario, desdibujando la línea entre policía y hombre enamorado. Lo que antes eran deberes policiales, ahora sirven a su propósito romántico.
Esta transición no debilita el estilo de Park, sino que lo refina. La decisión de partir se convierte así en un ejemplo perfecto de cómo un cineasta puede evolucionar, entregando una hermosa pero trágica poesía visual.