Esta es la trilogía secreta de Alfred Hitchcock que probablemente no sabías que existía
Tres clásicos de Hitchcock con James Stewart están conectados por una idea inesperada del director. Mira cómo y por qué forman una trilogía.

James Stewart y Doris Day en El hombre que sabía demasiado.
Paramount PicturesTres películas dirigidas por Alfred Hitchcock, consideradas clásicos indiscutidos, comparten una conexión sorprendente que las une como una trilogía no oficial.
Durante la década de 1950, el célebre director británico estrenó varias obras maestras, entre ellas La ventana indiscreta, El hombre que sabía demasiado, Vértigo, Para atrapar al ladrón y Con la muerte en los talones. De esas, tres tienen como protagonista a James Stewart, actor con quien el cineasta ya había trabajado en la década anterior en el thriller La soga (1948).
Para ambos, James Stewart y Alfred Hitchcock, las tres colaboraciones que hicieron en los años 50 se cuentan entre sus trabajos más memorables. Seis años después de La soga, volvieron a unir fuerzas en La ventana indiscreta, con Grace Kelly como coprotagonista. En 1956, Stewart reemplazó a Leslie Banks en el remake que el director hizo de su propio clásico de 1936, El hombre que sabía demasiado. La última colaboración entre ambos fue Vértigo, estrenada en 1958.
Lo curioso es que la elección de Stewart como protagonista en estas tres películas respondía a un propósito muy particular.
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La trilogía planeada por Alfred Hitchcock
Durante los años 50, Hitchcock decidió que quería que tres de sus películas formaran una suerte de trilogía. La ventana indiscreta sería la primera parte, El hombre que sabía demasiado la segunda, y Vértigo la tercera. Si bien las historias y los personajes son completamente distintos, la idea no era unirlas narrativamente, sino de manera temática.
Según el libro Jimmy Stewart: A Biography de Marc Eliot, el objetivo del director era explorar tres etapas fundamentales de una relación amorosa: el enamoramiento, el matrimonio y la pérdida. Cada película representaría uno de esos momentos clave en el orden cronológico: el primer amor, los desafíos del matrimonio y, finalmente, el dolor que conlleva la pérdida de esa relación.
Para reforzar esa conexión, Alfred Hitchcock mantuvo un elemento constante: James Stewart como protagonista. Las parejas femeninas, en cambio, fueron rotando según cada historia. Grace Kelly acompañó a Stewart en La ventana indiscreta, Doris Day en El hombre que sabía demasiado, y Kim Novak en la inolvidable Vértigo.
La trilogía emocional de Hitchcock tiene mucho sentido
Una vez que se conoce esta intención detrás de La ventana indiscreta, El hombre que sabía demasiado y Vértigo, resulta mucho más fácil ver cómo encajan como una trilogía, aunque sus tramas no estén conectadas. Los conflictos que atraviesan los personajes de Stewart cambian de una película a otra, pero todos tienen en común una lucha interna vinculada al amor y las relaciones.
En La ventana indiscreta, Jeffries está enamorado de Lisa, pero teme comprometerse por la vida agitada que tendría como esposa de un fotoperiodista. En El hombre que sabía demasiado, Stewart interpreta a un hombre ya casado desde hace años, cuya relación se ve puesta a prueba tras el secuestro de su hijo. Y en Vértigo, la última entrega de esta trilogía emocional, el personaje sufre las consecuencias de una pérdida irreparable: buena parte del film gira en torno al vértigo y la obsesión que desarrolla luego de presenciar la trágica muerte de su esposa.
Juntos, estos tres filmes componen un recorrido emocional tan complejo como brillante, diseñado por uno de los maestros del cine.