Final explicado de Bring Her Back, la película con Sally Hawkins de la que todos hablan
A continuación explicamos el final de la nueva película de terror de los hermanos Philippou, que ya está en cines.
Sally Hawkins interpreta a una desquiciada madre adoptiva.
A24Después del éxito inesperado de Háblame (Talk to Me) en 2023, Danny y Michael Philippou, los gemelos australianos que empezaron en YouTube como RackaRacka, regresan al cine con un proyecto todavía más oscuro. Su nuevo largometraje, Bring Her Back, se ha convertido en uno de los estrenos del cine de terror más comentados del año.
La película gira en torno a dos hermanastros que, tras la repentina muerte de su padre, van a vivir con una madre adoptiva. A partir de allí, la cinta se transforma en un relato brutal y aterrador sobre el duelo, la obsesión y el dolor, con tintes sobrenaturales.
El filme cuenta con la nominada al Oscar Sally Hawkins en el rol de Laura, una madre consumida por el dolor que no logra superar la muerte de su hija. Para ello, intenta recrear un ritual siniestro para devolverle la vida a su hija, y que involucra a sus nuevos hijos adoptivos.
Una familia rota, una casa aislada y un secreto macabro
La película arranca con un inquietante prólogo en estilo metraje encontrado que muestra un ritual ocultista. Ese detalle será clave para lo que les espera a Andy (Billy Barratt) y Piper (Sora Wong), dos hermanastros que acaban de perder a su padre en circunstancias grotescas. Andy, con 17 años, carga con la responsabilidad de proteger a su hermana menor, que además es casi ciega.
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La vida de ambos cambia cuando los servicios sociales los envían a la casa de Laura, una madre sustituta que rápidamente desarrolla una obsesión con Piper, quien le recuerda a Cathy, su hija fallecida años atrás. A partir de allí, el relato se sumerge en un juego enfermizo de manipulación, aislamiento y terror doméstico.
No es solo Laura quien inquieta. En esa casa también vive Oliver (Jonah Wren Phillips), un chico aparentemente mudo y perturbado, al que Laura presenta como su sobrino. Lo mantiene encerrado, lo controla y lo usa como pieza clave de su retorcido plan.
El verdadero monstruo es el duelo
Lejos de limitarse a los clichés del terror sobrenatural, Bring Her Back pone al dolor como motor principal de la trama. Laura no solo está devastada por la muerte de su hija, sino que está dispuesta a desafiar cualquier límite con tal de traerla de regreso. Para ello recurre al mismo ritual visto al comienzo de la película, y que implica transferir el alma de un muerto al cuerpo de otra persona.
La revelación más macabra llega cuando se descubre que Laura guarda el cadáver de Cathy congelado en un cobertizo y que Oliver en realidad es un chico secuestrado al que piensa usar como vehículo para la resurrección. El plan es hacer que el niño poseído devore el cuerpo de Cathy y vomite sus restos en Piper, justo después de ahogarla en la piscina donde murió la hija original.
Lejos de ser una película atestada de los típicos jump scares, Bring Her Back juega constantemente con la incomodidad, empujando al espectador al terreno de la angustia permanente. Andy intenta proteger a Piper, incluso logra advertir a una trabajadora social sobre lo que ocurre en la casa, pero la brutalidad de Laura termina por quitarlo del mapa, en una de las secuencias más crueles del film.
El clímax se desarrolla en la piscina, con Laura a punto de completar el ritual. Sin embargo, un grito desesperado de Piper logra romper el trance y así detener el sacrificio. Ese instante de humanidad, resulta contradictorio y devastador, y resume la complejidad del personaje de Hawkins.
El final no es menos desolador. Piper sobrevive, pero a un costo irreparable. Laura queda atrapada en su propia locura, aferrada al cadáver mutilado de Cathy, mientras la policía encuentra al chico secuestrado liberado de la posesión. En la última imagen, Piper recuerda las palabras de Andy, quien dice que los muertos no se entierran, sino que "toman un vuelo".