La impactante historia real en la que se inspira John Wick y la mayoría de los fans desconocen
Conoce la trágica historia real detrás de John Wick que casi nadie conoce. En la nota, todos los detalles.
Keanu Reeves protagoniza la exitosa franquicia de John Wick.
Summit EntertainmentCuando John Wick se estrenó en 2014, nadie esperaba que se convirtiera en un éxito. Era una película de acción de bajo presupuesto con una premisa bastante inverosímil, y las expectativas en taquilla eran muy bajas. Sin embargo, terminó superando las predicciones y dando lugar a una franquicia de cuatro películas con varios spin-offs.
Uno de los elementos que más contribuyeron al éxito de John Wick fue Daisy. La muerte de la beagle del protagonista (interpretado por Keanu Reeves), un regalo de su difunta esposa, constituye una de las escenas más tristes e indignantes del cine, generando una profunda empatía y comprensión hacia el protagonista. Aunque el arco de Daisy es inolvidable, pocos saben que se basó en una historia real.
La historia real que inspiró John Wick
Marcus Luttrell, ex miembro de los Navy SEAL, inspiró de manera indirecta el argumento relacionado con Daisy. Si su nombre te resulta familiar, es porque sus experiencias en Afganistán con un equipo de Navy SEALs ya habían inspirado otra película: El sobreviviente (Lone Survivor), basada en su libro superventas del New York Times, Lone Survivor: The Eyewitness Account of Operation Redwing and the Lost Heroes of SEAL Team 10.
Durante la Guerra de Afganistán, Luttrell formó parte de un equipo de reconocimiento de cuatro Navy SEALs (Los Equipos Tierra, Mar y Aire de la Armada de los Estados Unidos) en la Operación Red Wings en 2005, cuyo objetivo era capturar al líder militante afgano Ahmad Shah. Sin embargo, el grupo fue emboscado por insurgentes talibanes, y Luttrell fue el único sobreviviente. Durante la operación de rescate, murieron ocho Navy SEALs y ocho aviadores de SOAR cuando el helicóptero en el que viajaban fue derribado por las fuerzas de Shah.
Te podría interesar
Luttrell logró sobrevivir y, tras un periodo de recuperación, regresó al servicio brevemente antes de volver a casa en 2007. En su libro habla abiertamente del impacto emocional que vivió, incluyendo su lucha contra el trastorno de estrés postraumático, agravado por su condición de único sobreviviente. Como parte de su rehabilitación, recibió una perrita labrador amarilla como animal de terapia, a la que llamó DASY. El nombre era un acrónimo en honor a sus compañeros caídos: Danny Dietz, Matthew Axelson, “Southern Boy” (su apodo) y Michael “Yankee” Murphy.
Trágicamente, DASY fue asesinada el 1 de abril de 2009. Alrededor de la 1:00 a. m., Luttrell escuchó disparos fuera de su casa en el condado de Walker, Texas. Al salir armado, encontró a la perra muerta a tiros. Los responsables, Alfonso Hernández y Michael Edmonds, estaban allí, riéndose. Intentaron huir en un coche, pero Luttrell los persiguió a toda velocidad por cuatro condados, manejando entre 130 y 160 km/h, mientras llamaba al 911 para reportar el crimen y guiar a las autoridades. Finalmente, la policía de Onalaska detuvo el vehículo; Hernández fue arrestado por conducir con la licencia suspendida, y Edmonds se entregó después. Ambos enfrentaron cargos por crueldad animal.
Hernández recibió la pena máxima de dos años de prisión, mientras que Edmonds fue condenado a cinco años de libertad condicional. Además de matar a DASY sin motivo aparente, se sospecha que también mataron a otros perros de la zona.
Los paralelismos entre Marcus Luttrell y John Wick
Las similitudes entre Luttrell y Wick son evidentes: en ambos casos, un criminal mató sin piedad a un animal inocente, sin imaginar con quién se estaban metiendo. Pero las conexiones van más allá.
La psicología de John Wick ha sido motivo de análisis durante años. Aunque nunca se menciona explícitamente que sufra estrés postraumático, es claro que lidia con un profundo trauma emocional tras la muerte de su esposa, y Daisy representa no solo un regalo, sino un símbolo de esperanza y sanación.
De manera similar, DASY era mucho más que “una perra” para Luttrell. Durante el juicio, la fiscal adjunta Stephanie Stroud explicó: “Para Marcus Luttrell, era mucho más. Era un símbolo que llevaba consigo por todo lo que vivió. Le recordaba a las personas que inspiraron su nombre. Para él, no era simplemente otro perro”. Luttrell llegó a describir a DASY como si fuera una hija, y aseguró que fue clave en su recuperación. De hecho, dijo que fue el vínculo con DASY lo que lo contuvo de matar a los hombres responsables.
Estas historias no solo conmueven: también visibilizan la importancia de la salud mental. En el caso de Luttrell, su experiencia mostró la necesidad urgente de recursos terapéuticos para veteranos, especialmente quienes sobreviven a sus compañeros. Su historia no terminó en tragedia como la de John Wick, en parte porque tuvo tiempo para sanar. Él mismo confesó que pensó en matar a los responsables, pero decidió llamar al 911 para evitar una tragedia mayor. Eso hace pensar: ¿habría tenido Wick un destino distinto si hubiera contado con tiempo para curarse?
Ambas historias reflejan no solo la necesidad de apoyo psicológico, sino también el daño que puede surgir cuando este se ve interrumpido.
Al final de John Wick, el protagonista logra abrir de nuevo su corazón y adopta un pitbull que iba a ser sacrificado. Este perro lo acompaña fielmente en el resto de la saga. Por su parte, tras la muerte de DASY, Luttrell recibió otra labradora amarilla, Rigby, quien lo acompañó como su perra de terapia hasta su fallecimiento natural en 2021.
John Wick no es la única película inspirada en Marcus Luttrell
Aunque pocos saben del vínculo entre Luttrell y John Wick, muchos conocen la otra gran película inspirada en él: El sobreviviente (2013). Esta es una adaptación directa de su libro, protagonizada por Mark Wahlberg, que recrea los eventos de la Operación Red Wings y su posterior rescate.
La cinta recibió buenas críticas y fue nominada a varios premios, incluyendo los Oscar y los Critics’ Choice. No obstante, su legado es distinto al de John Wick. Tanto el libro como la película han sido objeto de controversia por supuestas imprecisiones históricas.
Algunos detalles del relato de Luttrell han sido cuestionados, como el número de insurgentes talibanes que los atacaron, la gravedad de sus heridas o la cantidad de disparos que realizó. Además, el hecho de que miembros de los SEALs divulguen sus historias y obtengan beneficios económicos de ellas ha generado un debate ético complejo. Aun así, nadie pone en duda los hechos esenciales de su participación y supervivencia en la operación.
La historia de Luttrell no terminó con la Operación Red Wings ni con DASY. Poco después de perder a su perra, fundó la Lone Survivor Foundation, una organización que sigue liderando hasta hoy. La fundación ha brindado apoyo a numerosos veteranos y sus familias mediante un enfoque holístico de sanación que incluye actividades como yoga, senderismo y más. También colabora con la iniciativa Boot Campaign, que busca eliminar el estigma en torno a la salud mental. Por la misma época en que fundó la organización, conoció a su esposa, Melanie Luttrell, con quien ahora tiene dos hijos.
Sorprende que la influencia de Luttrell en John Wick no sea más conocida. Al fin y al cabo, este componente realista tiene el poder de cambiar por completo la percepción de la película. Durante años, tanto críticos como espectadores han señalado lo exagerado del argumento: que la muerte de un perro lleve a un hombre a una espiral de violencia. Tal vez fue justamente esa aparente distancia con la realidad lo que permitió que el público disfrutara de una franquicia tan brutal.
Sin embargo, saber que la historia de Daisy se inspira parcialmente en una historia real le da una nueva dimensión a lo aterrador de John Wick. Lo más inquietante no es el mundo de asesinos ni el crimen organizado, sino la crueldad humana hacia los más vulnerables. A la vez, esta conexión con la realidad también resalta lo mejor del ser humano: la capacidad de amar profundamente a los animales y la lealtad hacia ellos, tan poderosa que parece sacada de una ficción.