La oscura película con Reese Witherspoon que casi recibe una clasificación 'solo para adultos'
Esta película de los 90' protagonizada por Reese Witherspoon es un thriller retorcido que casi se gana una clasificación NC-17. En la nota, todos los detalles.

Reese Witherspoon en Sin salida (1996).
Cuando se habla de Reese Witherspoon nadie piensa en películas oscuras o retorcidas. La estrella de Hollywood es conocida por papeles como Legalmente rubia o No me olvides. Ganó un Óscar por Alma salvaje y fue nominada nuevamente por interpretar a June Carter Cash en el biopic musical Johnny y June: pasión y locura. En televisión, se lució en Big Little Lies, y sus recomendaciones literarias aún son un fenómeno con su club de lectura.
En general, Witherspoon tiene una imagen bastante pulcra. Por eso sorprende tanto que, hace 29 años, protagonizara un thriller atípico en el que interpretaba a una adolescente del sur malhablada, en una cinta que casi recibe una clasificación NC-17 (Solo para adultos). Se trata de Sin salida (Freeway), una versión surrealista del cuento de Caperucita Roja. Estuvo a punto de ser censurada por su violencia y lenguaje explícito. No es una película para personas sensibles, pero sí una de las más interesantes en la carrera de la actriz.
¿De qué se trata Sin salida?
Sin salida es una de las películas más subestimadas de los años 90. La historia sigue a Vanessa Lutz (Witherspoon), una joven de 14 años que escapa de su casa luego de que su madre (Amanda Plummer) y su padrastro (Michael T. Weiss) son arrestados por prostitución y posesión de drogas. Decidida a evitar el sistema de acogida, la joven hace dedo y termina en el auto de un asesino serial, Bob Wolverton (Kiefer Sutherland), también conocido como el Asesino de la I-5. Su objetivo es llegar a la casa de su abuela en Stockton, California.
Vanessa no será la más aplicada en la escuela, pero le sobra astucia callejera. Apenas sube al auto, nota que hay algo raro en Bob. Cuando él la ataca, ella logra defenderse, le dispara varias veces y huye hacia una cafetería cercana. Lamentablemente, la policía no cree que un tipo aparentemente común como Bob sea capaz de cometer un crimen. Culpan a Vanessa, y ella debe escapar nuevamente. A partir de ahí, comienza un juego del gato y el ratón entre Vanessa -que a menudo viste de rojo como homenaje a Caperucita. y su "Lobo Feroz".
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Vanessa es un personaje poderoso. Aunque su familia está lejos de ser ideal, ella les es leal. Y pese a estar en una clase de apoyo escolar, nunca se la muestra como tonta. Reese Witherspoon incluso exageró su acento sureño para el papel, y le aportó profundidad y humanidad al personaje.
Las escenas más perturbadoras casi la convierten en ‘solo para adultos’
Aunque el director, Matthew Bright, suavizó algunos contenidos, Sin salida sigue siendo una película que requiere advertencias de contenido. Desde la sexualización de menores hasta la violencia gráfica, la cinta sigue siendo brutal pese a su clasificación R.
No es una película para cualquiera. Es intensa, directa y a veces incómoda. La historia de Caperucita Roja se retuerce hasta volverse irreconocible, y por momentos uno no sabe si reír o sentir culpa por hacerlo. Bright logró un filme único que justifica cada minuto de su calificación.
Si bien muchas películas se convierten en títulos de culto, Sin salida sigue siendo una joya poco valorada por su humor negro y violencia extrema. Sorprende ver a Reese Witherspoon en este cuento de hadas perturbador, pero brilla en su papel. Este trabajo marcó el inicio de una etapa más oscura en su carrera, con películas como Fear, Juegos sexuales, Elección y Psicópata americano.
Es posible que el filme no hubiera tenido el mismo impacto si hubiera sido clasificada NC-17. La R permitió su estreno en más cines y que más público y críticos descubrieran a Witherspoon como actriz. Incluso Roger Ebert elogió la película y le dio dos pulgares arriba: "Te guste o no (¡o ambas!), hay que reconocer su habilidad, y el talento desbordado de Reese Witherspoon y Kiefer Sutherland."
En retrospectiva, fue una buena decisión que Bright suavizara ciertas escenas. Gracias a ello, Sin salida logró una estética llamativa, con colores intensos y una edición frenética. En ese contexto, la violencia y el lenguaje fuerte son parte del atractivo. De haberse estrenado con su clasificación original, probablemente habría sido considerada vulgar y explotadora. Pero como está, es una rareza fascinante dentro del cine noventero.