Las excéntricas demandas de Clint Eastwood para protagonizar uno de los westerns más famosos del cine
Hoy en día, Clint Eastwood es recordado por ser el protagonista de uno de los westerns más aclamados del cine, pero para participar, realizó una serie de demandas que el estudio tuvo que cumplir.
Clint Eastwood es uno de los rostros emblemáticos del género western
Produzioni Europee AssociatiCuando hablamos de western, resulta imposible no hacerlo sin en algún momento hacer mención de Clint Eastwood. Recordemos que el actor empezó a trabajar en la industria a mediados de la década del 50, pero no fue hasta la década del 60 que saltó a la fama, y todo gracias a su participación en tres aclamados westerns.
La trilogía del dólar, conformada por Por un puñado de dólares (1964), Por unos dólares más (1965) y El bueno, el malo y el feo (1966); contaron con la dirección de Sergio Leone y le permitieron a Clint Eastwood convertirse en una de las más grandes estrellas de la pantalla grande y en uno de los nuevos rostros del western.
El bueno, el malo y el feo, un western que no pierde vigencia:
De las tres entregas, la que hizo historia y se convirtió en una de las más icónicas del género fue El bueno, el malo y el feo, hoy considerado uno de los spaghetti western más importantes del cine. Y curiosamente, no fue nada fácil convencer al actor de formar parte de la producción, pues éste no estaba para nada contento con la historia.
Clint Eastwood no quería protagonizar El bueno, el malo y el feo
Debido a que ya habían realizado dos westerns en conjunto, existía mucha complicidad entre Sergio Leone y Clint Eastwood. Sin embargo, cuando el actor recibió el guion de la que sería la tercera entrega de la saga, se llevó una sorpresa al descubrir que en esta ocasión, eran tres personajes principales.
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Al actor no le convencía el guion y le preocupaba compartir el reflector con otros dos actores y ser opacado. “En la primera película estaba solo, en la segunda éramos dos y en esta somos tres. Si esto sigue así, en la próxima estaré protagonizando junto a una caballería americana” le dijo el intérprete a Leone.
Pero la cuestión no quedó allí, pues Clint Eastwood decidió hacerse rogar, poniendo al estudio en una situación comprometedora al revelar cuáles eran sus pretensiones o demandas para hacer el western. Empezando por su salario, el cual ascendía a una escandalosa cifra de $250,000 dólares. Para hacerse una idea, en Por un puñado de dólares recibió un cheque de $15,000 dólares, mientras que en la secuela se llevó unos $50,000.
En adición a este alto salario, el actor demandó recibir un 10% de las ganancias de la película en Estados Unidos, así como también un nuevo auto Ferrari. Por supuesto, la historia tuvo un final feliz para todas las partes. Clint Eastwood interpretó al Hombre sin nombre, el cual pasaría a ser uno de sus personajes más recordados y que le permitiría alcanzar el estatus de estrella; y la película se convirtió en todo un éxito de taquilla.
En aquel entonces, el spaghetti western recién alcanzaba notoriedad, y por ese motivo, el filme no fue del todo bien recibido por la crítica. Sin embargo, el tiempo le terminó jugando a favor, pues hoy es considerado uno de los westerns más influyentes de todos los tiempos por sus personajes, dirección, música y fotografía, entre otros elementos.