Mi pobre angelito: cuánto pagaría Kevin por hospedarse en el Plaza Hotel en la actualidad
La magia navideña de Mi pobre angelito 2 sigue viva, pero algunos detalles del viaje de Kevin invitan a reflexionar sobre cuánto han cambiado los precios.
Kevin se hospeda en el Plaza Hotel en Mi pobre angelito 2
La magia navideña de Mi pobre angelito 2 sigue viva décadas después de su estreno, pero algunos detalles del viaje de Kevin invitan a reflexionar sobre cuánto han cambiado los precios. En la secuela ambientada en Nueva York, el personaje interpretado por Macauley Culkin disfruta una escapada de lujo que hoy sería prácticamente inaccesible. La película muestra al niño hospedándose en el icónico Plaza Hotel, un capricho que ahora requiere un presupuesto mucho más alto que en los años noventa.
En 1992, una noche en una suite del hotel rondaba los 1.100 dólares. Sin embargo, un análisis reciente revela que repetir esa experiencia cuesta hoy más de 6.200 dólares la noche. El salto es abrumador y refleja un incremento de más de cuatrocientos por ciento en tres décadas. Para muchos fanáticos, este dato transforma la famosa aventura navideña en un sueño de lujo casi imposible.
Mirá el tráiler de la película:
Pero la estadía no es el único gasto que se disparó. En la película, Kevin pide todo tipo de comidas al servicio a la habitación, un gesto que en aquel entonces habría costado cerca de 967 dólares. En la actualidad, se estima que ese mismo pedido superaría los 2.200 dólares. Incluso su tradicional helado con varios toppings incrementó su valor, pasando de 18 a 24 dólares. Pequeños detalles que muestran cómo la fantasía navideña se enfrentaría hoy a precios mucho más altos.
A estos montos hay que sumar los traslados que Kevin realiza en su recorrido por Nueva York. Los viajes en limusina, los taxis y las visitas a lugares emblemáticos elevarían aún más el presupuesto total. La idea de imitar su periplo tal como aparece en Mi pobre angelito 2 se convierte así en un lujo reservado para muy pocos.
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Además, un aspecto poco mencionado es lo que habría implicado su travesía desde el punto de vista del seguro de viaje. Especialistas señalan que, al tratarse de un menor no acompañado y usando una tarjeta de crédito sin autorización, ninguna póliza habría cubierto los gastos acumulados. La experiencia de Kevin, vista con ojos actuales, sería un verdadero dolor de cabeza financiero para cualquier familia.
Pese a estas cifras, el encanto de la historia sigue intacto. Kevin continúa siendo un ícono de la Navidad, y Macauley Culkin un rostro inseparable de esa tradición. La película mantiene su magia, aunque los costos del famoso hospedaje en el Plaza Hotel recuerdan que la fantasía puede ser mucho más cara cuando se la traslada al mundo real.