Murió Diane Keaton a los 79 años: adiós a una leyenda de Hollywood
La actriz ganadora del Oscar y protagonista de Annie Hall y El Padrino falleció a los 79 años.
Diane Keaton, una de las actrices más queridas por el público.
Foto: ShutterstockDiane Keaton, una de las figuras más queridas y reconocibles del cine estadounidense, falleció en California a los 79 años. La noticia fue confirmada por su familia, que pidió privacidad en este momento difícil. Su partida deja un vacío enorme en Hollywood, donde su talento, su estilo y su personalidad marcaron una era.
Nacida en Los Ángeles en 1946 como Diane Hall, creció en una familia de clase media con tres hermanos. Desde joven sintió que su madre, ama de casa y amante de la música, había tenido sueños artísticos que no pudo concretar. Tal vez por eso Diane se animó a hacerlo por las dos. Estudió teatro, aunque pronto abandonó la universidad para mudarse a Nueva York y perseguir su sueño de actuar.
Tomó el apellido de soltera de su madre, Keaton, para diferenciarse de otra actriz registrada en el sindicato, y comenzó a abrirse camino en el teatro. En 1968 formó parte del elenco original de Hair en Broadway, y poco después fue nominada al Tony por su trabajo en Play It Again, Sam, una comedia escrita por Woody Allen.
De El Padrino a Annie Hall: el nacimiento de una leyenda
Su salto al cine llegó en 1970 con Lovers and Other Strangers, pero la fama mundial vino de la mano de El Padrino (1972). Francis Ford Coppola la eligió para interpretar a Kay Adams, la novia de Michael Corleone, sin saber que estaba frente a una de las actrices más versátiles de su generación. Keaton confesó años después que ni siquiera había leído el libro antes del casting.
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El éxito fue inmediato. Participó en las tres películas de la saga, al tiempo que desarrollaba una carrera paralela junto a Woody Allen. Con él rodó títulos como Sleeper, Amor y muerte: La última noche de Boris Grushenko y, por supuesto, Annie Hall (1977), la película que le dio el Oscar a Mejor Actriz. Su estilo masculino, con pantalones anchos, corbatas y chalecos, marcó tendencia e inmortalizó un personaje que mezclaba vulnerabilidad y humor.
Keaton se convirtió en sinónimo de autenticidad. No temía mostrarse tal como era ni reírse de sí misma. En una época donde muchas actrices respondían a moldes rígidos, ella impuso una nueva forma de ser estrella: excéntrica, natural y completamente dueña de su identidad.
Una carrera tan diversa como su personalidad
Durante las décadas siguientes, Diane Keaton demostró que podía hacerlo todo. Brilló en dramas como Reds y Shoot the Moon, en comedias románticas como ¿Quién llamó a la cigüeña? y Alguien tiene que ceder, y en películas que definieron generaciones como El padre de la novia y El club de las divorciadas. También se animó a dirigir, incursionó en televisión con la miniserie The Young Pope, junto a Jude Law.
Nunca se casó, aunque mantuvo relaciones con figuras como Al Pacino, Warren Beatty y Woody Allen. En una entrevista confesó que prefería haber sido “una soltera feliz” antes que “una esposa frustrada”. En los años noventa adoptó a sus dos hijos, Dexter y Duke, a quienes consideraba el verdadero centro de su vida.
Con los años, Diane Keaton se volvió también una voz cercana en redes sociales. Su cuenta de Instagram era una mezcla de humor, reflexiones y amor por sus amigos y colegas. Siempre auténtica, siempre ella misma.
Hoy Hollywood la despide como una de sus grandes. Una mujer que no necesitó ajustarse a ninguna etiqueta para conquistar al público. Diane Keaton fue, y seguirá siendo, una actriz que transformó su rareza en arte y su vida en una inspiración para todos.





