La actriz de Matilda recuerda ser sexualizada durante su infancia
"Vi cosas que no podía dejar de ver", declaró Mara Wilson.
Mara Wilson tuvo sus dudas sobre ser una estrella infantil. La actriz, que se convirtió en un icono de los 90 con Matilda, habló sobre las presiones "sexualizadas" de crecer bajo las luces de la industria.
"No creo que se pueda ser una estrella infantil sin que se produzca algún tipo de daño duradero", declaró Wilson a The Guardian mientras promocionaba sus memorias Good Girls Don't, y añadió: "La gente no se da cuenta de lo mucho que te pesa hablar constantemente con la prensa cuando eres niño".
Wilson comenzó su carrera a los seis años. A los siete, su fama había crecido descomunalmente y los periodistas empezaron a preguntarle si sabía lo que era el beso francés o si podía elegir qué compañero actor le parecía "más sexy".
"Había gente que me enviaba cartas inapropiadas y publicaba cosas sobre mí en Internet", continuó Wilson, citando que su fotografía fue publicada en sitios web de pornografía superpuesta a cuerpos de mujeres adultas. "Cometí el error de buscarme en Google cuando tenía 12 años y vi cosas que no pude dejar de ver".
Y añadió: "Lo que la gente asume es que Hollywood es intrínsecamente corrupto, y que hay algo en estar en los platós de cine que te destruye. En mi caso, eso no es necesariamente cierto. Siempre me sentí segura en los rodajes. A veces ocurrían cosas dudosas y cuestionables: adultos que contaban chistes verdes o acosaban sexualmente delante de mí. Había gente que me preguntaba si me parecía bien hacer horas extra, en vez de preguntar a mis padres, pero nunca me sentí insegura. Creo que eso se debe a que trabajé con un montón de directores realmente maravillosos, que estaban acostumbrados a trabajar con niños".
Fue cuando Wilson llegó a la pubertad cuando Hollywood pareció volverse contra ella. A los 12 años, un director le pidió que se pusiera un sujetador deportivo para ocultar sus pechos en desarrollo; Wilson creía que ya no era “linda” y que la industria del cine había "acabado" con ella.
"Me afectó durante mucho tiempo porque tenía la idea de Hollywood de que, si ya no eres guapa, si no eres bella, no vales nada. Porque lo relacioné directamente con la desaparición de mi carrera", dijo Wilson. "Aunque estaba un poco quemada, y Hollywood estaba quemado conmigo, sigue sin sentar bien que te rechacen. Durante mucho tiempo tuve una especie de dismorfia sobre mi aspecto y me obsesionaba demasiado".
Una de las últimas audiciones de Wilson llevó a Kristen Stewart a un papel, lo que no hizo más que alimentar aún más las dudas sobre sí misma.
"Piensas: 'Soy fea, estoy gorda', y había páginas web, periódicos y críticos de cine que decían eso de mí", recuerda la actriz. "Llegó un punto en que me volví mucho más reservada, más ansiosa, deprimida y cínica, y cuando estás así es muy difícil conseguir un papel, porque en una audición tienes que ser abierta y sincera. Me pasó factura".
Wilson se abrió previamente sobre ser fetichizada por los fans y admitió que se "sintió enferma" y "furiosa" al ver a estrellas infantiles actuales como la actriz de Stranger Things, Millie Bobby Brown, soportar un abuso similar en las redes sociales.
"Lo que realmente está en juego aquí es la espeluznante e inapropiada inclinación pública a sexualizar a las chicas jóvenes en los medios", escribió Wilson en 2017, cuando Brown tenía 13 años. "Yo ya no soy una niña. Millie Bobby Brown sí lo es. Comentar sobre el cuerpo de una niña, ya sea de forma 'positiva' o 'negativa', de forma sexualizante o compasiva, sigue siendo comentar el cuerpo de una niña."
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